Alrededor del Estadio El Campín de Bogotá, donde las adolescentes aún se sacuden de la experiencia, el balance es casi unánime: fue el concierto de sus vidas. No son vidas largas -para muchas, era su primer show masivo-, pero sus comentarios iban de la mano con la histeria que se vivió en la ciudad colombiana.
El viernes, los cinco integrantes de la boy band británica One Direction (Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson, Niall Horan y Liam Payne) y cerca de 35 mil directioners se reunieron para la primera de las fechas de la gira mundial que traerá al grupo a Chile este miércoles y jueves. Entre gritos, lágrimas y luces de neón, las ansiosas fanáticas estallaron en un solo grito de júbilo. Para ellas, la larga espera tras el anuncio del tour "Where we are" en mayo de 2013 había terminado.
Alrededor de las 20.00, One Direction ya había arribado al lugar y lo siguiente fue una euforia colectiva que alcanzó su punto máximo, cuando la voz de Styles entonó las primeras líneas de Midnight memories. Frente a dos pantallas gigantes que proyectaban los viajes de los cinco británicos por lugares tan remotos como la Antártica, los jóvenes entraban al escenario uno a uno -bajo una tenue luz roja-, recorriendo la tarima que se extendía a modo de pasarela entre los asistentes. De fondo, un telón que asemeja muros grafiteados de símbolos e íconos, una mezcla entre el mundo virtual y una postal romántica de la adolescencia.
El inesperado sonido de las guitarras que abren el show, y que bien podrían confundirse con los enérgicos acordes de los temas de Green Day, advierte que sus seguidoras recibirán en esta gira más de lo que esperaban.
"Hemos estado expuestos a varias influencias musicales. Por ejemplo, a Niall (Horan) le gustan las guitarras y el rock, yo escucho R&B, y así todos mezclamos nuestros gustos musicales", dijo Zayn a La Tercera, durante una conferencia de prensa ofrecida por el grupo el mismo día de su show, en Colombia, repasando las influencias que han alimentado a la banda en esta gira y que, instrumentos mediante, intentaron poner en vivo.
Entre los cinco, también se notó favoritismo: la popularidad de Niall Horan no se hizo esperar entre sus seguidoras, tras la primera canción y un grito de "buenas noches", que paralizó el estadio bogotano. Guitarra eléctrica en mano, el irlandés interpretó junto a la banda éxitos como Little Black dress, Kiss you y Why we don't go there. A su lado, Louis Tomlinson y Liam Payne recorrían el escenario de un lado a otro, con enérgicos movimientos que dejaban sin aliento a las asistentes. Malik y Styles -aunque un poco más reser- vados- jamás pasaron inadvertidos ante las pantallas.
Mientras seas joven
Para apaciguar los ánimos, que ya dejaban a esta altura 198 jóvenes desmayadas y asistentes y paramédicos en apuros por falta de camillas, la banda decidió interpretar Don't forget where you belong. Miles de teléfonos encendidos acompañaban a los jóvenes cantantes que susurraban al micrófono la versión acústica del tema.
El éxtasis juvenil se tomó de nuevo el concierto, en una dinámica frágil, eufórica, romántica, irreverente y muy apasionada. "Calma por favor", pedía Horan, el joven rubio de la banda, quien confesó -durante la conferencia de prensa- no haber dormido en toda la noche anterior, víctima de los gritos y cantos de sus seguidoras a las afueras del hotel donde se hospedaba. El grupo arribó a Bogotá el jueves y ese fanatismo los acompañó durante toda su estancia, extendiéndose hasta el resto de su concierto en el Campin.
Live while we are young, C'mon c'mon y Right now sonaron una tras otra calentando la fría noche. Un total de 23 temas se interpretaron en El Campín, pero uno de los más celebrados fue, sin duda, Through the dark, para el cual las asistentes levantaron sus pancartas y letreros que agradecían a la banda por "guiarlas en la oscuridad". Sentimiento correspondido por los ídolos adolescentes, que insistían en recordarles a sus seguidoras que estaban ahí para ellas.
"Somos los más vendidos en este país y no lo habríamos hecho de no ser por ustedes. Estamos aquí por ustedes, por su amor", afirmó Payne mientras se proyectaba el "Video Wall", una especie de collage de mensajes en los que se pedía a los cantantes británicos complacer los deseos de algunas de sus seguidoras. Fue así como Haron terminó bailando ballet y confesando algunos de sus secretos más íntimos desde el escenario.
El espectáculo, que continuó por 40 minutos más para un total de hora y media sobre el escenario, cerró con un encore de cinco temas más: You and I, The story of my life, Little white lies y The best song ever. Un show que dejó a sus seguidoras satisfechas y con la promesa de un "pronto regreso".
"Sabemos que nos han esperado por mucho tiempo, pero créanme, ha valido la pena. Lamentamos haber tardado tanto", dijo Payne desde el escenario.
"No lo puedo creer"; "superaron mis expectativas"; "ellos son los mejores del mundo", comentaban varias seguidoras al término sobre el espectáculo de One Direction, que algunos padres de familia acompañantes, comparaban con las boy bands de antaño como Menudo, con "algo más de sensualidad".
En la ruta de los cinco británicos asoma hoy un compromiso en Lima y mañana, su estreno en Asunción. Será el último apronte antes de su debut doble en Chile, cuando este miércoles y jueves, One Direction cumpla con un encuentro anunciado hace casi un año atrás, en una gira frenética que parece hacerle honor a una de sus canciones más populares: "Vive mientras seas joven".