El director nacional de la Onemi, Vicente Núñez, señaló esta mañana que se han registrado ocho réplicas del sismo 6,9 grados Richter que se percibió ayer a las 17.21 horas en la zona sur, pero que éstas son totalmente "normales" y llamó a la población a estar tranquila.
"Luego del sismo de ayer de las 5.21 de la tarde llevamos ocho réplicas asociadas, todas no han sido percibidas mayormente por la población, son réplicas asociadas al sismo de las 5.21 y no revisten mayor relevancia, solamente el continuo monitoreo de lo que está ocurriendo y estar evidentemente, permanentemente en condiciones de alertar cualquier situación distinta a lo normal", indicó Núñez.
Vicente Núñez, puso énfasis en que las réplicas están dentro de lo normal, y que no tienen mayor importancia. "Son réplicas normales, porque ayer a las 5.21 tuvimos un sismo 6,9 Richter en la zona de Tirúa, lo que evidentemente liberó una cantidad importante de energía y los ocho sismos que llevamos hasta ahora son solamente réplicas asociadas a ese sismo", señaló.
REPLICAS
La sismóloga de la Universidad de Chile, Diana Comte, aclaró esta mañana que el sismo percibido la tarde de ayer en el sur del país es una réplica del terremoto del 27 de febrero de 2010. Pero que no es "la gran réplica" que se esperaba.
"El 27 de febrero tuvimos un terremoto de magnitud 8,8 y es normal que genere una gran cantidad de réplicas. Cualquier sismo que esté en esa área de ruptura será considerado como réplica", agregó Comte a radio Cooperativa. Y que este "este sismo en particular también genera sus propias réplicas".
De esa manera, hasta el momento se registran dos réplicas importantes en el extremo sur del área del sismo principal de 27-F, el movimiento telúrico del 11 de marzo de 2010, y la de ayer sería la segunda. Agregando que "uno debería esperar que en el orden de un año y medio, dos años para continuar sintiendo este tipo de réplicas".
La profesional destacó también que la gente en la zona sur del país reaccionó bien y que "está bien preparada", ya que "no se debe esperar a que alguien les diga que se alejen del borde costero". Agregando que cuando la gente no se puede mantener en pie, ese sismo es capaz de generar un maremoto y que "hay un límite que deberías tratar de manejar y mantener la calma".
Pero que más que batir récords por los sismos más devastadores, "deberíamos aspirar a ser el país mejor preparado para enfrentar terremotos". Por lo que "es comprensible que mucha gente, por ejemplo de Tirúa, corriera a los cerros".
REACCION
Y aunque la velocidad es importante en este tipo de sismos, "pero también la prudencia. Salir corriendo alejándose del borde costero, es algo que se tiene que hacer con conciencia, porque te puedes acercar a las zonas de mayores deslizamientos", indicó la profesional, agregando que lo primero es mantener la calma.
La sismóloga también se refirió a las diferencias en las magnitudes entregadas por el Servicio Sismológico de Estados Unidos y el de la Universidad de Chile el día de ayer, 7,1 y 6,9 respectivamente. Indicando que la magnitud es una medida de la energía liberada por el sismo y depende cómo se mida. Añadiendo que las diferencias entre mediciones se deben, en primer lugar, que los instrumentos están ubicados en distintas partes y mientras más lejos se encuentren del sismo, todo el contenido de alta frecuencia se filtra y las mediciones son distintas.
En ese sentido destacó que hay que educar a la población en cuando a que muchos se asustan si el sismo registra más de 7 grados en la Escala de Richter, porque al final lo más importante es el daño asociado al terremoto, no las décimas asociadas a la magnitud del sismo en sí.