El grupo militante Estado Islámico ha matado a 1.878 personas en Siria en los últimos seis meses, la mayoría de ellos civiles, dijo el domingo una organización siria de monitorización con sede en Gran Bretaña.
En los últimos dos meses, Estado Islámico también mató a 120 de sus propios miembros, la mayoría de ellos combatientes extranjeros que intentaban volver a casa, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo militante ha capturado grandes extensiones de Irak y Siria y declaró un califato en territorios bajo su control en junio. Desde entonces, ha combatido a los gobiernos sirio e iraquí, a otros insurgentes y a fuerzas kurdas.
El jefe del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdulrahman, dijo a Reuters que Estado Islámico ha matado a 1.175 civiles, incluyendo a ocho mujeres y a cuatro niños.
Agregó que 930 de los civiles eran miembros de Sheitaat, una tribu musulmana suní del este de Siria que peleó contra Estado Islámico por el control de dos yacimientos de petróleo en agosto.
Reuters no puede verificar en forma independiente las cifras, pero Estado Islámico ha publicado decapitaciones y lapidaciones de muchas personas en áreas que controla en Siria e Irak.
Esas ejecuciones responden a actos que Estado Islámico ve como una violación a la ley islámica, como adulterio, homosexualidad, robo y blasfemia.
El grupo, escindido de al Qaeda, también ha publicado videos de ejecuciones de combatientes enemigos, activistas y periodistas capturados.
Estado Islámico decapitó a dos periodistas y a un trabajador de ayuda humanitaria estadounidense, además de dos trabajadores de ayuda humanitaria británicos este año, en intentos por presionar a la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que ha estado realizando ataques aéreos contra sus combatientes en Siria desde septiembre.
Abdulrahman, que recoge información de todas las partes en el conflicto sirio, dijo que Estado Islámico también ejecutó a 502 soldados que peleaban por el presidente sirio, Bashar al-Assad, y a 81 insurgentes que luchaban contra Assad.
Agregó que 116 combatientes extranjeros que se unieron a Estado Islámico, pero que después quisieron volver a sus hogares fueron ejecutados en las provincias sirias de Deir Al-Zor, Raqqa y Hassakeh desde noviembre.
Otros cuatro combatientes de Estado Islámico fueron muertos por otros cargos, según Abdulrahman.
La abrumadora mayoría de las víctimas del grupo se ha registrado entre la población siria.
Más de 200.000 personas han muerto en la guerra civil siria, que comenzó cuando las fuerzas de Assad reprimieron protestas pacíficas prodemocráticas en 2011.