Más de 300 sirios, entre ellos 101 niños,  murieron en 2014 a causa de la falta de comida y medicamentos en las regiones asediadas por el régimen, principalmente en los alrededores de Damasco, según  una ONG.

"Hemos documentado la muerte de 313 civiles desde principios de año hasta el 26 de diciembre, debido a la falta de alimentos y de medicinas, por el asedio impuesto por las fuerzas del régimen", indicó el sábado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Entre los fallecidos figuran 101 niños, precisó la ONG, que apunta que la mayoría de las muertes se produjeron en Ghuta oriental, región de la provincia  de Damasco sometida a un asedio implacable desde hace más de un año y medio.

"Continuar con el asedio de numerosas regiones [...] es una violación flagrante de la resolución 2.139 del Consejo de Seguridad de la ONU", que exhorta a levantar el asedio de zonas pobladas y exige a las partes que permitan la asistencia humanitaria y dejen de privar a los civiles de alimentos y medicinas indispensables para su supervivencia.

En concreto, "seguir con el asedio de Ghuta y del barrio de Waer en la ciudad de Homs es un 'crimen de guerra'", dos de los lugares más castigados,  insistió la ONG.

Ghuta oriental está considerada uno de los principales bastiones de la rebelión contra Bashar al Assad. En cuanto al barrio de Waer, es el único sector que permanece en poder de los rebeldes y acoge a más de 150.000 personas, entre desplazados y rebeldes huidos de otras zonas de Homs caídas en manos del  régimen.