La organización no gubernamental EarthRights International (ERI) denunció este martes que las autoridades birmanas someten a abusos y torturas a la población en torno a las obras de un gasoducto financiado por China, la India y Corea del Sur.

En un informe elaborado a través de entrevistas, ERI citó desplazamientos forzados, detenciones arbitrarias y torturas contra los vecinos del gasoducto Shwe, que unirá el estado occidental birmano de Arakan con la frontera china en el estado Shan.

La ONG acusó de complicidad a las empresas que financian la construcción del gasoducto de 1.000 kilómetros: la china National Petroleum Corporation, la surcoreana Korea Gas Corporation y las indias ONGC Videsh y Gas Authority of India.

"Ningún aldeano con los que hablamos se mostró a favor del proyecto, lo que no nos sorprende por las continuas vulneraciones de sus derechos", afirmó en un comunicado Naing Htoo, coordinador del informe.

"Estas violaciones, de forma amplia y sistemática, se cometen en nombre del desarrollo y las compañías son conscientes de lo que ocurre y no hacen nada para prevenir los abusos", agregó.

En una de las entrevistas, un birmano del estado de Arakan denunció que fue interrogado y torturado sin descanso durante cuatro días, por participar en una protesta contra el proyecto, y luego fue condenado a seis meses de cárcel.

ERI teme, además, que el proyecto dé lugar a una escalada de los enfrentamientos entre el Ejército, encargado de la seguridad del gasoducto, con las guerrillas en la frontera.

La ONG recordó que, hace dos décadas, la petrolera francesa Total y la estadounidense Unocal (Chevron) tuvieron que indemnizar a las víctimas por los abusos cometidos durante la construcción del gasoducto birmano Yadana, que une el mar de Andamán y Tailandia.