Las acciones violentas que perpetra en Irak el grupo yihadista Estado Islámico (EI) -incluidos asesinatos, ejecuciones, conversiones forzadas, secuestros, violencia sexual y torturas- equivalen a crímenes contra la humanidad, señaló hoy la ONU.
En una sesión de emergencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para abordar la situación en Irak, la responsable adjunta del Alto Comisionado de los Derechos Humanos, Flavia Pansieri, expuso la evidencia recogida por su organismo sobre la gravedad de los abusos cometidos por los extremistas.
Panseri indicó que también se cuenta con información sobre violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario, "que pueden equivaler a crímenes de guerra", por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes y de grupos armados que se oponen al EI.
El Ejército iraquí, milicias afines y fuerzas kurdas, con apoyo militar de Estados Unidos, luchan contra este grupo terrorista, a pesar de lo cual mantiene el control de extensas áreas de las provincias de Anbar, Nínive, Salah al-Din y Diyala, en el norte de Irak.
Los insurgentes del EI, que ha proclamado el establecimiento de un califato en las zonas que controlan entre el norte iraquí hasta la provincia de Al-Raqa, en la región oriental de la vecina Siria, han concentrado su crueldad contra las minorías étnicas y religiosas.
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"Muchos han sido directamente asesinados, otros sitiados y privados de alimentos, agua y medicinas", sostuvo Panseri, quien dijo sobre los yazidíes -una de las minorías más afectadas- que al menos un millar fueron asesinados en las últimas semanas y unos 2.750 secuestrados o esclavizados.
"Al menos 2.250 mujeres y niños han sido detenidos como rehenes en la prisión de Badoush en Mosul, en Tal Afar y otros lugares bajo control del EI", agregó.
En Badosh, además, se ha documentado la ejecución sumaria de 650 prisioneros varones, con especial animosidad en el caso de los hombres de confesión chií, a los que se ordenó cavar zanjas donde los insurgentes les mataron.
Asimismo, Pansieri indicó que su oficina tiene conocimiento de la ejecución de líderes religiosos, incluidos doce suníes en Mosul que se negaron a jurar lealtad al EI.
A pesar de que hay poblaciones enteras que han huido, la "número dos" de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU señaló que todavía hay varios poblados en Sinyar (provincia norteña de Nínive) que corren el riesgo de ser atacados por los yihadistas.
La presencia y el control de EI se extiende por el norte a partes de las ciudades de Faluya, Ramadi, Tikrit, Tal Afar y Mosul, donde la ONU teme por la suerte de los civiles.
La organización ha constatado que las mujeres están particularmente expuestas a los abusos de los extremistas islámicos, que a mediados de agosto hicieron que en todas las mezquitas de Mosul se leyera el anuncio de que, en adelante, todas las mujeres debían cubrirse el rostro con un velo o enfrentarse a severos castigos.
El EI ha establecido una especie de policía "de promoción de la virtud y prevención del vicio" que tiene por misión obligar a las mujeres a cumplir con las reglas que han dictado.
Estas incluyen la prohibición de caminar por las calles si no están acompañadas por un hombre.