La ONU clamó el sábado por un cese al fuego  en la sitiada ciudad siria de Quseir, al afirmar que hasta 1.500 heridos  atrapados en esa localidad necesitan ayuda desesperadamente.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que las fuerzas del  gobierno de Bashar Al Assad y los rebeldes deben dejar salir a los civiles de  Quseir, escenario de una creciente batalla desde hace más de dos semanas.

"Entendemos que hay también hasta 1.500 heridos en necesidad urgente de  evacuación inmediata para recibir tratamiento médico, y que la situación  general en Quseir es desesperada", dijo la responsable de las operaciones  humanitarias de la ONU en Siria, Valerie Amos, y la comisionada de derechos  humanos de la organización, Navi Pillay. 

Miles de civiles están atrapados en la ciudad, a donde han llegado  refuerzos rebeldes para combatir a las fuerzas de Asad, respaldadas por  milicianos del Hezbolá libanés, dijeron ambos.

Hay reportes de que "barrios civiles continúan siendo atacados  indiscriminadamente", señalaron. 

Pidieron un "cese al fuego inmediato" para permitir que las agencias  humanitarias evacúen a los heridos.

Por su parte, Ban "pide con insistencia a todas las partes que hagan lo  máximo posible para evitar pérdidas de civiles" y recuerda al gobierno sirio  que "tiene bajo su responsabilidad la protección de los civiles, incluso de las  amenazas que éstos reciben de las milicias", según dijo su portavoz, Martin  Nesirky.

El secretario general "pide a los beligerantes que permitan a los civiles  que quedaron atrapados abandonar la ciudad".

En momentos en que las grandes potencias intentan organizar una conferencia  internacional sobre Siria, Ban "recuerda a todas las partes del conflicto que  el mundo las observa y que serán responsabilizadas por todas las atrocidades  que se cometieron contra la población civil de Quseir", concluyó el comunicado  de la ONU.

La oposición siria reiteró el sábado sus condiciones para participar en  dicha conferencia internacional, entre las cuales figura la salida del  presidente Asad y "la interrupción inmediata de las operaciones militares de  las fuerzas del régimen, del Hezbolá y de Irán".