Temperaturas de 45 grados, falta de agua, alimentos y medicinas y la amenaza constante de los grupos armados hacen que la situación de las miles de personas refugiadas en el monte Sinyar, en el norte de Irak, sea crítica, según advirtió hoy la ONU.

Cada día que pasa, las condiciones de esos desplazados por los ataques de los jihadistas del Estado Islámico (EI) es peor, explicó en declaraciones a los periodistas por teleconferencia desde Irak el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) Kieran Dwyer.

Según indicó, en las últimas horas "varios miles" de personas han logrado escapar de la zona con la ayuda de tropas kurdas. 

Esa evacuación obliga a recorrer hasta siete horas a pie por territorio de la vecina Siria hasta alcanzar una zona segura de vuelta en Irak, añadió.

Pese a que no cuenta con datos exactos, la ONU aseguró hoy que todavía quedan muchas otras personas atrapadas en las montañas. 

Gran parte de esos desplazados, en su mayoría yazidíes kurdos, llevan nueve días refugiados en el monte, a donde huyeron para escapar de la persecución del EI. 

Según Dwyer, el lanzamiento de comida y agua llevado a cabo por aviones estadounidenses en la zona ha ayudado a la población, pero la situación sigue siendo "absolutamente terrible".

El portavoz explicó que el monte Sinyar ocupa una vasta área de unos 100 kilómetros de largo y 10 de ancho, cubierta de roca en gran parte y donde los desplazados están expuestos a "un calor abrasador", con temperaturas que superan los 45 grados centígrados, y con muy pocos lugares donde guarecerse. 

Los refugiados en la parte sur del monte, indicó, son los más expuestos a la amenaza de los grupos armados.

Del total de 200.000 desplazados en los últimos días, la ONU calcula que la mitad son niños menores de 15 años, de los que ha podido confirmar la muerte ya de 56. 

"Las personas que escapan del monte están cada día peor que el anterior. Es extremadamente duro y necesitan urgentemente ayuda médica, agua y alimentos", señaló Dwyer.

La ONU planteó en los últimos días la necesidad de crear un corredor humanitario para evacuar a esas personas, algo que no se ha logrado, aunque ha habido "muchos esfuerzos" para crear una situación de seguridad que les permita escapar.

Naciones Unidas está también preocupada por los secuestros de mujeres y niñas a manos de las milicias y hoy se hizo eco de informaciones que apuntan a que 500 podrían permanecer retenidas. 

Mientras tanto, Estados Unidos informó hoy de un nuevo ataque aéreo sobre posiciones jihadistas cerca de la ciudad de Erbil dentro de la campaña anunciada por el presidente estadounidense, Barack Obama. 

El ataque forma parte de una serie de bombardeos selectivos iniciados el pasado viernes por EE.UU. para detener el avance de EI, que lucha desde hace dos meses en el norte de Irak para ampliar el "califato" que ha declarado y que se aproxima a Erbil, la capital de la región autónoma iraquí del Kurdistán.