A 60 días del terremoto que devastó a Haití, la ayuda financiera recibida para las víctimas está por debajo del 50% de lo solicitado, advirtió hoy la oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Sólo el 49% del total de US$ 1.400 millones pedido fue recibido, dijo la portavoz de OCHA, Elysabeth Byrs, al afirmar que los fondos todavía escasean, mientras las carencias siguen siendo importantes.
Es un contraste, evaluó, al comparar los aportes apenas ocurrido el desastre que azotó a Puerto Príncipe y la región, en que los fondos fluyeron con más celeridad.
Por otra parte, y también relacionado con el sismo, según un informe divulgado por las Naciones Unidas, los problemas medioambientales de Haití se agravaron tras el terremoto de enero.
El documento establece que la imposibilidad de gestionar cientos de toneladas de desechos médicos y el uso de los escasos recursos madereros que quedan en la isla, para la reconstrucción del país, se suman a los problemas que ya tenía la isla caribeña.
Antes de la catástrofe natural, Haití era considerado el país con el medioambiente más degradado del hemisferio occidental y sólo conservaba el 3% de sus bosques originales.
Al cumplirse dos meses del sismo, que dejó 230 mil muertos, el responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Andrew Morton, reveló que la primera evaluación sobre su impacto ambiental arrojó resultados alarmantes.
Morton explicó que, como consecuencia de la atención médica a decenas de miles de heridos por el terremoto, el volumen de los desechos sanitarios se triplicó, sin que exista la capacidad para tratarlos adecuadamente.
La manera tradicional de gestionar la basura en Haití consiste en recolectarla para su incineración o trasladarla en camiones hacia vertederos, donde grupos de personas reciclan ciertos desechos para ganarse la vida.
"Necesitamos separar los desechos y tratarlos de manera separada, y las medidas más prácticas son importar contenedores para segregar los desperdicios y reparar los incineradores" que quedaron dañados a causa del terremoto, indicó en Ginebra.
Morton explicó además que los desechos médicos son peligrosos porque pueden dar lugar a brotes infecciosos.
Además, agregó que Haití también debe resolver el problema de millones de toneladas de basura generada directamente por el terremoto "y que no solamente es hormigón y materiales de construcción, sino todo lo que había dentro de las habitaciones, como madera, plástico, metales, ropa, etc.".
El representante del PNUMA en Haití reconoció que otro desafío para el que resulta difícil encontrar una solución se refiere al proyecto oficial de ofrecer alojamiento temporal a medio millón de haitianos para los próximos dos años.
La idea es que esas viviendas sean de madera, "pero el gran problema es que en Haití no la hay", de modo que Morton abogó por la importación masiva de este material con la ayuda financiera que recibió Haití.
A ese respecto, la ONU reveló hoy que las contribuciones internacionales que el país caribeño recibe para la reconstrucción son insuficientes frente a la magnitud de las necesidades.
La petición de fondos del organismo multilateral para Haití, que se eleva a US$ 1.400 millones para un año, "sólo está financiada al 49%", lamentó la portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria, Elizabeth Byrs.
"Los aportes están estancados. Hace dos semanas, esta petición estaba financiada más o menos al mismo nivel", precisó.
De otra parte, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) indicó que la reapertura de las escuelas está prevista para el 1 de abril y para tal fin se prevé la instalación de 1.400 carpas de 72 metros cuadrados en las que se acogerá a 200 mil niños.