La situación de los niños desnutridos provenientes de Somalia y que se encuentran en los campamentos de refugiados en Kenia es "alarmante" según reporta la ONU.
En el campamento de Dadaab, en el norte de Kenia, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años se incrementó recientemente de 1,2 a 1,8 por cada 1.000 menores, según el informe del Comité para los Refugiados (ACNUR).
Estas cifras se refieren sólo a las muertes en los centros médicos en Dadaab. Es casi imposible estimar cuántos niños mueren a diario en otras partes del campo más grande del mundo, agrega el documento.
En Dadaab, se albergan actualmente casi 400.000 personas, la mayoría de ellas huyeron de la guerra civil de Somalia. El campo había sido construido originalmente para 90.000 personas.
La situación en el centro de refugiados de Etiopía Dolo Ado es igualmente crítica. "Cada vez más refugiados llegan completamente debilitados por el hambre y el largo camino desde sus aldeas". "Uno de cada tres niños que llega a Dolo Ado está desnutrido", añade el ACNUR.
También en Somalia, donde la población está sufriendo la peor sequía en 60 años, el número de personas desnutridas es extremadamente alta. La ONU estima que casi doce millones de personas están afectadas por la hambruna.