Naciones Unidas denunció hoy el elevado número de ejecuciones en Irak, donde desde inicios de año se ha aplicado la pena de muerte a 96 individuos, mientras muchos otros están en el llamado "corredor de la muerte" y pueden conocer el mismo fin en cualquier momento.
En un solo día, el lunes pasado, 21 personas, tres de ellas mujeres, fueron ejecutadas, reveló el relator de Naciones Unidas sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Christof Heyns. A esas muertes siguieron ayer, en las mismas circunstancias, las de otras cinco personas, en un alarmante aumento del ritmo de ejecuciones.
"Estoy horrorizado por el nivel de ejecuciones en Irak y condeno profundamente las que se han llevado a cabo esta semana", dijo Hyens.
Agregó que además le alarman las informaciones que tiene sobre otras personas que corren igualmente peligro de ser ejecutadas de un momento a otro, por lo que pidió al gobierno iraquí detener esta práctica.
El experto de la ONU en derechos humanos recalcó la "continúa falta de transparencia en la aplicación de la pena de muerte en Irak" y recordó que cualquier sentencia de pena capital ejecutada sin cumplir con los requerimientos de justicia establecidos internacionalmente equivale a un asesinato intencional.
Recordó también que los países donde se mantiene están obligados a cumplir con procedimientos que garanticen la transparencia del proceso, el que además debe ser justo y cumplir con todos los procedimientos legales previstos.
Semanas atrás, Heyns pidió a las autoridades de Irak detener todas las ejecuciones y revisar los casos de quienes se encuentran en el "corredor de la muerte", los cargos que pesan sobre ellos y los procedimientos judiciales seguidos, una petición que hasta ahora ha sido ignorada.