Las víctimas del tifón Haiyan, que causó más de 6.200 muertos en Filipinas, siguen necesitando asistencia más de dos meses después de que la tormenta arrasara buena parte del centro del país, alertó la Oficina de Coordinación Humanitaria de las Naciones Unidas (OCHA).

"Dos meses después de que el tifón Haiyan golpeara Filipinas, el nivel de devastación y de necesidades humanitarias sigue siendo abrumador", dijo en un comunicado la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos.

"Estoy particularmente preocupada por que sólo hemos conseguido un 20 por ciento de los fondos que se necesitan para proveer de herramientas y materiales para que la gente pueda reconstruir sus casas", añadió Amos.

En diciembre Amos presentó un plan en el que pedía 788 millones de dólares para ayudar a más de 3 millones de afectados por el tifón del que se beneficiarían también otros 7 millones de filipinos.

La responsable de asuntos humanitarios alertó de la proximidad de la temporada de lluvias que ya han causado inundaciones y más desplazados en zonas afectadas por Haiyan. 

Amos alabó el trabajo de donantes, agencias de ayuda humanitaria, y de la sociedad civil filipina pero advirtió que el reparto de la ayuda sigue siendo irregular y que las deficiencias en la red eléctrica dificultan la recuperación, sobretodo en Tacloban, la localidad más afectada.

"Muchos de los colegios volvieron a abrir sus puestas el pasado 6 de enero, pero falta espacio y material escolar", dijo la representante de la ONU.

Según el último informe del Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres, 6.201 personas fallecieron a causa del tifón Haiyan, que azotó el centro de Filipinas con ráfagas de viento de hasta 315 kilómetros por hora y que causó una marejada ciclónica que en algunas zonas alcanzó los 10 metros de altura.

Otras 28.626 personas resultaron heridas y 1.785 más permanecen desaparecidas.

Unas 16 millones de personas en 591 municipios se vieron afectados por Haiyan, de las que más de 4 millones se vieron forzadas a desplazarse y cerca de 101.000 permanecen en 381 centros de evacuación.

Haiyan destruyó por completo más de 550.000 viviendas y dejó daños en la agricultura e infraestructuras por valor de 36.700 millones de pesos (597 millones de euros o 813 millones de dólares).

Unas 35.500 personas trabajan en el despliegue de ayuda humanitaria en las zonas afectadas por el tifón, el más fuerte registrado y el segundo desastre más mortífero en las historia reciente de Filipinas.