La ONU celebró hoy el acuerdo entre el Gobierno sirio y la oposición para extender el alto el fuego por otros tres días en la ciudad de Homs y confirmó que hasta el momento han sido evacuadas más de 800 personas.
"Doy la bienvenida a las noticias sobre el acuerdo entre las partes para extender la tregua humanitaria en el casco viejo de Homs por otros tres días", dijo hoy la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos.
La responsable de Naciones Unidas confirmó también que desde que empezó la operación el pasado 7 de febrero han sido evacuadas "más de 800 personas" del casco viejo de la ciudad, y confió en que la extensión del alto el fuego permita continuar con las evacuaciones.
Amos calificó de "absolutamente inaceptable" que se rompiera la tregua durante el fin de semana, se mostró "muy perturbada" por la muerte de once personas, y llamó a la comunidad internacional a "presionar" para llevar a los responsables ante la justicia.
El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, afirmó después ante la prensa que entre los más de 800 evacuados hasta la fecha hay un grupo sin cuantificar "que no entran en la categoría de personas evacuables" (menores, mujeres y ancianos).
Nesirky detalló que ese grupo permanecerá bajo custodia de personal de seguridad de la ONU "todo el tiempo que sea necesario", tras recordar que la organización internacional tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad durante la evacuación.
El portavoz de Naciones Unidas añadió que "en este momento" no es su intención atribuir responsabilidades ante la ruptura de la tregua humanitaria, aunque insistió en que "cualquier que haya sido es irresponsable".
Por último, recordó que tanto Amos como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, han dicho repetidas veces que "ayudaría mucho" una resolución del Consejo de Seguridad sobre el acceso de ayuda humanitaria y la evacuación de civiles de Homs.
Durante el pasado fin de semana, los opositores denunciaron varios ataques por parte del Ejército que causaron muertos y heridos y dificultaron el desalojo de los civiles y el reparto de ayuda humanitaria.
Sin embargo, el viceministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal Miqdad, rechazó hoy desde Ginebra esas acusaciones y culpó a grupos armados opositores dentro de la ciudad de "impedir a los cristianos salir de ella".
El casco viejo de la ciudad de Homs en el centro del país, lleva cercado por fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad desde junio de 2012, lo que ha causado un grave deterioro de la situación humanitaria.