La ONU cifró en 200.000 el número de personas desplazadas en la ciudad siria de Alepo durante el fin de semana a consecuencia de los combates entre las fuerzas militares del régimen de Bashar Assad y los grupos armados de oposición.
En un comunicado, la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios y Coordinadora de la Ayuda de Emergencia, Valerie Amos, dijo estar "extremadamente preocupada" por el impacto en la población civil de los bombardeos y el uso de armamento pesado, tanto en Alepo como en Damasco y las localidades vecinas.
"El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja Arabe de Siria estiman que unas 200.000 personas han huido de los combates en Alepo y zonas de alrededor en los últimos dos días. No se sabe cuánta gente sigue atrapada en lugares donde continúan hoy (por ayer) los combates", declaró Amos.
La alta funcionaria agregó que "mucha gente ha buscado refugio temporal en escuelas y otros edificios públicos en áreas más seguras" y afirmó que estos civiles "necesitan con urgencia comida, colchones, mantas, suministros sanitarios y agua".
La subsecretaria general de las Naciones Unidas hizo un llamado a las partes en conflicto para que "permitan a las organizaciones humanitarias un acceso seguro para llevar ayuda urgente que ayude a salva las vidas de las personas atrapadas por los combates".
Amos subrayó que es "muy difícil" para las agencias humanitarias llegar hasta los civiles en Alepo, Hama y otros lugares, y aseguró que pese a lo peligroso de la situación, la Media Luna Roja y las agencias de la ONU prestan ayuda.
El viernes pasado, la Media Luna Roja anunció la suspensión de "ciertas operaciones" en Alepo a causa del incremento de la inseguridad generada por el aumento de los enfrentamientos.
La vocera del CICR, Carla Haddad, explicó que la mayoría de las operaciones suspendidas por la Media Luna Roja se llevaban a cabo en el norte de Alepo, donde los enfrentamientos se han intensificado.
Explicó que no se descarta que las operaciones ahora suspendidas puedan reanudarse cuando la situación se calme, un retorno que dependerá de cómo "evolucione la situación".
También anunció que el CICR "está en proceso" de trasladar "temporalmente" parte de su personal internacional que trabaja actualmente en Damasco al Líbano.
"Eso no quiero decir que nos vayamos ni mucho menos, seguiremos trabajando. De hecho tenemos 50 personas en la capital, y de ellos 11 son extranjeros que se quedarán aunque algunos otros colegas se vayan", dijo Haddad.
La Cruz Roja y la Media Luna Roja figuran entre los pocos organismos humanitarios que actúan de forma casi ininterrumpida en Siria desde que comenzó el conflicto, hace 16 meses.
Las dos entidades calculan que hay un millón y medio de personas que necesitan ayuda humanitaria en el interior de Siria. El conflicto ha causado más de 17.000 muertos y alrededor de 150.000 refugiados en los países vecinos, según diversas fuentes.