Naciones Unidas condenó lo que denominó "la brutal represión" de las manifestanciones en El Cairo por parte del Ejército y las Fuerzas de Seguridad egipcios, que ya dejó al menos 12 muertos y más de 500 heridos en los últimos cuatro días.

El secretario general del organismo, Ban Ki-moon, se mostró hoy "muy alarmado" ante el "uso excesivo" de la fuerza empleado contra los manifestantes y pidió a la Junta Militar que actúe "con moderación" y garantice el respeto a los derechos humanos.

Ban subrayó la importancia de que se mantenga "una atmósfera de calma" para apoyar el proceso electoral que vive Egipto "como parte de su transición a la democracia y el rápido establecimiento de un gobierno civil" en el país norteafricano, donde en febrero se derrocó al régimen de Hosni Mubarak.

En esta línea, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, dijo que "las imágenes de los manifestantes, incluidas mujeres, siendo brutalmente golpeadas y asaltadas (...) son totalmente impactantes".

"Los videos muestran a gente inconsciente en el suelo que está siendo golpeada en la cabeza y el cuerpo con bastones. Son actos inhumanos (...) que no pueden estar justificados bajo la apariencia de estar restaurando la seguridad o el control de las masas", agregó.

Pillay reclamó una investigación imparcial e independiente de todas los casos de abuso y represión violenta de los manifestantes ocurridas en los últimos meses, incluidos los asesinatos, torturas y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y el Ejército.

"Urjo a los mandos militares y a los líderes políticos a actuar ahora, o ellos mismos corren el riesgo de ser procesados en el futuro por complicidad en crímenes graves", declaró la Alta Comisionada en un comunicado difundido en Ginebra.