Expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunciaron hoy graves violaciones de los derechos humanos cometidas durante los enfrentamientos armados en Libia, especialmente en la capital, Trípoli, y en la ciudad portuaria oriental de Bengasi.

Entre mediados de mayo y finales de agosto, decenas de familias fueron secuestradas y torturadas por grupos armados, al tiempo que en muchos lugares las milicias mataron de forma indiscriminada y destruyeron instalaciones civiles y hospitales, informaron el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la misión de paz de la ONU para Libia (UNSMIL).

Según estimaciones de UNSMIL, unas 150.000 personas han huido al exterior, al tiempo que al menos otras 100.000 están buscando refugio dentro del país. 

Desde hace meses se producen en Libia sangrientos enfrentamientos entre fuerzas islamistas y milicias nacionalistas. Según el informe de la ONU, en Trípoli y Bengasi murieron entre mediados de mayo y finales de agosto al menos 214 personas víctimas de los combates entre milicias rivales.

"Los ataques indiscriminados son crímenes de guerra, al igual que los ataques a civiles o a objetivos civiles como aeropuertos", denunciaron ACNUR y UNSMIL, agregando que muchos civiles fueron secuestrados y torturados.

Además, los combates han paralizado el sistema judicial libio. "Los tribunales en Trípoli dejaron de funcionar durante el período reseñado", señala el informe. El Ministerio de Justicia cayó bajo control rebelde el mes pasado y los tribunales en Bengasi, Sirte y Derna ya suspendieron sus actividades en marzo.

Muchos grupos armados están integrados por ex rebeldes que en octubre de 2011 derrocaron al dictador Muammar Gaddafi. Además, en dos lugares del país sesionan sendos parlamentos rivales, cada uno de los cuales ha encargado la formación de su propio gobierno.