Los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU examinaron el martes un texto para intentar que Siria acepte las propuestas de mediación del emisario internacional Kofi Annan y reportaron al miércoles su eventual adopción, mientras la oposición denunciaba un  "despliegue" masivo de fuerzas en Damasco.

Los 15 embajadores de los países que integran el Consejo de Seguridad se separaron el martes por la noche sin un acuerdo formal sobre el proyecto de  declaración y un texto enmendado será presentado para una eventual adopción el  miércoles por la mañana.

Según el embajador francés, Gérard Araud, Francia presentará un "nuevo texto" y si ningún país lo objeta, la adopción formal intervendrá durante la mañana.

Francia propuso que el Consejo de Seguridad de la ONU emita una declaración  -una posición de consenso con menor peso que una resolución- ante la  persistencia de Rusia y China de vetar cualquier resolución que condene la  represión del régimen del presidente Bashar al Asad.

El texto comenzó a ser discutido en la mañana a nivel de expertos, previo a  una reunión de embajadores en la tarde.

Rusia, aliado de Damasco, manifestó sus reticencias. Su canciller, Serguei Lavrov, rechazó que la declaración "adquiera la forma de un ultimátum" al régimen sirio.

El gobierno ruso había dicho que estaba dispuesto a votar una declaración  que apoye la misión de Annan, emisario de la ONU y la Liga Árabe, con la  condición de que no constituyera un ultimátum.

El proyecto de "declaración presidencial" presentado al Consejo de Seguridad, que debe ser adoptado por consenso, pide al gobierno y a la  oposición sirios "trabajar de buena fe" con Annan y "aplicar total e  inmediatamente" el plan de seis puntos manejado por el exsecretario general de  la ONU durante sus reuniones en Damasco.

Este nuevo texto, detalla estos puntos, entre los que destacan el fin de la violencia, la implementación progresiva de un alto al fuego, la entrega de ayuda humanitaria y el lanzamiento de un diálogo político.

En Siria, las tropas del régimen continuaron con sus operaciones en todo el  país y enfrentando, particularmente en Damasco, a las milicias del Ejército Sirio Libre (ESL), formadas por desertores del ejército regular, indicaron  fuentes opositoras.