La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, está muy preocupada por las informaciones sobre ejecuciones sumarias y extrajudiciales en Irak, donde los yihadistas progresaban el viernes desde tres puntos hacia Bagdad, anunció su portavoz.
Pillay está muy preocupada por "el deterioro dramático de la situación en Irak", de donde provienen "informaciones sobre ejecuciones sumarias y extrajudiciales y el desplazamiento masivo de medio millón adicional de personas", declaró Rupert Colville.
Según informaciones de la ONU, varios "soldados iraquíes fueron ejecutados de forma sumaria durante la toma de Mosul, y 17 civiles que trabajaban para la policía en una calle de la ciudad el 11 de junio", afirmó Colville.
Pillay pide a todas las fuerzas en el conflicto que respeten el derecho internacional y traten "con humanidad" a los combatientes que depusieron las armas.
Pillay recuerda que "los asesinatos de todo tipo, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura son crímenes de guerra".
El portavoz de Pillay afirma que no dispone de un balance exacto del número de víctimas en Irak. Pero según las estimaciones preliminares habría cientos de muertos y casi mil heridos.
Añadió que un empleado judicial y 12 personas que presuntamente trabajaron para las fuerzas de seguridad iraquíes también fueron ejecutados en Dawasa, en los alrededores de Mosul.
El portavoz también citó el suicidio de cuatro mujeres que fueron violadas o víctimas de intentos de matrimonio forzado con miembros del Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), y el secuestro de 16 georgianos que trabajan para una compañía iraquí de telecomunicaciones en Mosul.
Colville también dijo que los milicianos del ISIS liberaron y armaron a prisioneros, que estarían buscando a los responsables de su encarcelamiento para vengarse.
Varios exprisioneros se habrían dirigido a Tikrit y matado a siete expolicías "que habían trabajado en la cárcel", añadió el portavoz.
"También hay informaciones sobre el hecho de que en los puestos de control del ISIS se busca específicamente a exsoldados y policías, sobre todo a los originarios de una tribu, la de los Jarobi, considerados cercanos al gobierno", afirmó.