La Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) está invirtiendo para
incrementar la oferta de petróleo, pese a que ve riesgos bajistas en el panorama de la demanda por la crisis de deuda de la zona euro y una desaceleración de la economía mundial.
 
En su Panorama Mundial del 2011, la Opep elevó su estimación de oferta, al decir que la capacidad ociosa de bombeo del grupo se duplicará para el 2015.
   
La demanda mundial de petróleo crecería a 92,9 millones de barriles por día para el 2015, lo que implica un aumento de 1,9 millones de barriles por día desde la estimación anterior.

La demanda de crudo promedió 86,8 millones de barriles en el 2010.

Sin embargo, el reporte citó una serie de desafíos para la economía global como un debilitamiento del estímulo monetario, la crisis de deuda de la zona euro y señales de que los mercados emergentes -que se espera que sean el motor de la demanda petrolera- no son inmunes a un empeoramiento de las condiciones económicas.
    
"Todo esto llevó a resaltar los riesgos bajistas para la economía mundial", dijo el secretario general de la Opep, Abdullah al-Badri, en la introducción del reporte de 287 páginas.
    
La Opep, que produce más de un tercio del petróleo mundial, suele ser más conservativa en sus pronósticos de demanda que otros organismos como la Agencia Internacional de Energía (AIE), que publicará su informe el miércoles.
    
"Vale la pena resaltar que los riesgos parecen estar inclinados a la baja, especialmente desde que la crisis de deuda soberana en algunos países de la UE parece estar contagiándose y la economía global parece estar desacelerándose más, con posibles consecuencias para el sistema financiero global", dijo la Opep.
    
La creciente incertidumbre política en Italia, donde el primer ministro Silvio Berlusconi está bajo presión para renunciar, avivó las turbulencias en Europa por la crisis griega.
    
El reporte de la Opep llega al 2035, cuando espera que la demanda de crudo trepe a 110 millones de barriles por día.

El año pasado, el informe, cuyas proyecciones alcanzaban al 2030, había estimado una demanda de 106 millones de barriles para ese año.