Fue a comienzos de abril cuando comenzaron a realizarse los últimos arreglos en la casona que, en mayo pasado, Sebastián Piñera estrenó como su comando presidencial.

La dependencia, ubicada en calle Enrique Foster, en Las Condes, es lugar de varias reuniones, actividades y principal centro de operaciones del equipo de voluntarios del comando. Con todo, el ex mandatario sigue usando su oficina en Apoquindo 3000 para los encuentros más relevantes y de carácter estratégico.

El núcleo más íntimo del ex jefe de Estado sigue estando formado por figuras que fueron parte de su gobierno, entre ellos Andrés Chadwick, Cecilia Pérez y Gonzalo Blumel.

El ex ministro del Interior, jefe político de la campaña y primo del candidato es su persona de mayor confianza, sentencian en el comando. La ex secretaria general de Gobierno, en tanto, tras estar a cargo de toda el área comunicacional en la primera fase de la campaña, ahora asumió la coordinación de las vocerías y las estrategias de fiscalización, estando a cargo del denominado "grupo delta", del que forman parte los diputados Felipe Ward, Juan Antonio Coloma, Patricio Melero, Nicolás Monckeberg y Paulina Núñez. El ex jefe de la División de Estudios de la Segpres, por su parte, es el principal coordinador programático y uno de los encargados de elaborar el documento final del programa de gobierno. Trabajo en el que se ha enfocado de lleno durante estas últimas semanas, ya que se espera que durante la primera quincena de este mes se dé a conocer el documento en un acto.

Junto con Chadwick, Pérez y Blumel, se ha ido sumando a este estrecho círculo el senador RN Alberto Espina, histórico compañero de ruta de Piñera, quien decidió no ir a la reelección y está trabajando a tiempo completo en la campaña. Así como también el diputado Nicolás Monckeberg (RN).

Otro nombre es el de Lucas Palacios (UDI), ex subsecretario de Obras Públicas, quien se desempeña como jefe operativo de la campaña. Si bien tuvo un mayor protagonismo durante la primera fase de la candidatura, hoy tiene un perfil más bajo, el que algunos atribuyen a las críticas que en público y privado emitieron dirigentes de Chile Vamos al rol que ejerció en la campaña a primarias.

En el comando, además, funcionan varios equipos distribuidos en diferentes áreas: político, estratégico, programático, territorial, comunicacional y de voluntarios (ver mapa). En algunos de ellos participa regularmente el ex mandatario. En tanto, quien se encarga de rendir todas las cuentas y gastos en los que se incurre en la campaña es el administrador electoral, Juan Francisco Galli.

La mano de Cordero

Fue en julio pasado que el abogado y analista político Gonzalo Cordero (UDI) anunció que dejaba su empresa de comunicaciones Azerta y se integraba como jefe de comunicaciones de Sebastián Piñera.

"Su mano", dicen algunos, se hizo notar de inmediato al interior del comando. Incorporó a nuevas personas y comenzó a "haber más orden", afirman otros integrantes del equipo, destacando su rol.

Es justamente en Cordero en quien han recaído últimamente las estrategias comunicacionales para salir a enfrentar temas de contingencia política. La más reciente fue cuando, el 26 de septiembre pasado, un testimonio vinculó la campaña de 2009 del ex presidente con Soquimich. Ese día, Cordero actuó rápido y elaboró una minuta con cuatro puntos que dirigentes del bloque siguieron al pie de la letra.

Su militancia UDI, en un inicio, despertó inquietud en algunos sectores del comando, donde advertían que su dupla con Chadwick -de quien Cordero es muy cercano- podía despertar resquemor en personeros de RN. Otros, en tanto -de manera muy reservada- resienten las atribuciones que ha ido adquiriendo el analista político, que en algunos casos, dicen, exceden a su rol como jefe de comunicaciones. Otras fuentes del comando, sin embargo, lo descartan tajantemente y aseguran que hoy no hay divisiones al interior del equipo.

Otra de las personas que ha estado colaborando en la estrategia comunicacional es la periodista Fernanda Otero, quien ya trabajó con Piñera durante su campaña en el 2009.

Estrategia

En la recta final de la campaña, el comando apunta a consolidar una estrategia focalizada en evitar cualquier tipo de triunfalismo, potenciando el llamado a votar a los simpatizantes del sector. Lo anterior lo han estado reforzando con el argumento de que deben conseguir una diferencia irremontable en la primera vuelta presidencial con miras a ganar holgadamente a quien sea su contendor en un eventual balotaje. Para eso, han apuntado principalmente al denominado "voto útil", es decir, llamar a la ciudadanía a que no pierdan sus votos en una candidatura como la de José Antonio Kast. Un tema que ha sido comentado en varias de las reuniones estratégicas, donde se ha recalcado que votar por Kast es finalmente darle un sufragio al senador Alejandro Guillier. De hecho, fue el propio Piñera quien lo deslizó, el viernes pasado, en una entrevista.

Con lo anterior, en el comando seguirán potenciando la idea de instalar "temas de futuro", enfocándose en las preocupaciones de la ciudadanía. Junto con eso, evitarán que el ex mandatario "caiga en la pelea chica" con otros candidatos, dado que argumentan que se "ha bajado mucho el nivel del debate".