Durante algún tiempo integró el Decimosegundo Grupo del Ejército de EE.UU., el más numeroso de todos los que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Fue el que, entre otras proezas, desembarcó en Normandía y en su mejor momento llegó a tener 1.3 millones de hombres. Pero eso fue después de que él saliera de ahí. Antes de tales hazañas, a George Leslie Stout ya lo habían puesto a la cabeza de un manojo de militares bastante menos famosos. Stout pasó en 1943 a dirigir la sección de Monumentos, Bellas Artes y Archivos, el grupo de profesores soldados conocidos como Monuments Men.
Junto a su sección de 348 efectivos logró rescatar de la inminente destrucción alrededor de cinco millones de obras confiscadas o robadas por los nazis entre fines de los años 30 y 1945. Stout, que en la película Operación monumento es encarnado por George Clooney, fue el líder de una pandilla de escurridizos especialistas que unían sed de investigadores y sabiduría enciclopédica.
La cinta, que se estrena en EE.UU. y en Chile el 13 de febrero, llega en un contexto que parece hecho a propósito para su popularidad: este domingo la revista alemana Focus dio a conocer que agentes de la aduana de ese país hallaron en un departamento de Munich 1.500 obras robadas por los nazis. Hay de todo, desde Picasso a Matisse, pasando por Edvard Munch, Paul Klee y Oskar Kokoschka. Mucho de aquel "arte degenerado" llamado así por el Tercer Reich y que en su mayoría perteneció a coleccionistas judíos. Las obras, cuyo valor sería de US$ 1.300 millones , serían dadas a conocer esta semana por las autoridades germanas.
Pocos días antes, además, la Asociación Holandesa de Museos identificó 139 obras sustraídas por los alemanes en los países ocupados, de las que 61 tienen un dueño original. También hay de todo: de Matisse a Kandinsky.
El próximo estreno de Operación monumento, quinta película dirigida por George Clooney, es precedido por el libro en que se basó la cinta y cuyo título lo dice todo: The monuments men, la fascinante aventura de los guerreros del arte que impidieron el expolio cultural nazi.
Escrito por el investigador estadounidense Robert M. Edsel (1956), The monuments men dedica sus 584 páginas a relatar con trazo anecdótico y ambición de thriller las pesquisas de la sección de Monumentos del Ejército estadounidense. Entre los recuperado hubo pinturas como La dama del armiño, de Da Vinci, La ronda nocturna de Rembrandt y El astrónomo de Vermeer. También esculturas como la Madonna de Brujas, de Miguel Angel.
El grupo llegó a tener miembros de 13 países y algunos informantes de lujo. La mejor fue Rose Valland, curadora del Museo de Jeu de Paume durante la ocupación nazi y militante de la Resistencia. Interpretada en la película por Cate Blanchett, Valland realizó un inventario de los cuadros que los alemanes robaron y guardaron en el Paume, institución usada como depósito del pillaje durante la guerra. Con el tiempo, todos retornarían a sus dueños.
Académicos, curadores de museos e historiadores del arte, los Monuments Men le debieron bastante de su éxito al carismático Stout (Clooney). Pero también estuvieron ahí el escultor Walter Garfield (John Goodman), el capitán Rich Campbell (Bill Murray), y el sargento James Rorimer (Matt Damon). Especialista en arte medieval y director del MoMA de Nueva York en su madurez, Rorimer fue el contacto en Francia con Rose Valland.
En 1945, poco antes de la caída, los Monuments Men llevaron a cabo su operación contra reloj para impedir que los nazis dinamitaran una mina austríaca donde ocultaban, entre otros, a Rembrandt, Da Vinci y Miguel Angel. Se necesitaba sangre fría, conocimiento artístico y algo de humor para sonreírles a los problemas. Stout y Rorimer tenían todo eso.