El dueño de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, que opera la mayoría de los terminales del país incluido Aeroparque, sostuvo este jueves que Lan necesitará de un plazo mayor para abandonar el hangar de ese recinto.
Consultado por la decisión del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) de Argentina, que el martes notificó a Lan que tiene un plazo de 10 días para desalojar el hangar que ocupa en Aeroparque, desde el cual se realizan vuelos locales, Eurkeian dijo que "(el desalojo) es descuidado, porque una aerolínea necesita más tiempo y negociaciones".
Agregó el Estado tiene el derecho a pedir que una aerolínea abandone un aeropuerto y traslade sus operaciones a uno diferente, "pero tienen que negociar racionalmente".
En este sentido aseveró que "no se puede dar a una línea aérea 10 días debido a la complejidad de la organización".
En tanto según información publicada este jueves por La Nación Argentina, que cita a tres fuentes, antes de fin de año, el Aeroparque Metropolitano dejará de estar operado y administrada por Aeropuertos Argentina 2000, del grupo Eurnekian, y empezará a ser gestionado por Aerolíneas Argentinas.
El medio asegura que la operación está prácticamente terminada y que mientras Eduardo Eurnekian se sentaba a la mesa de diálogo convocada por la presidenta Cristina Kirchner, sus ejecutivos terminaban de negociar el plan de entrega de la estación de cabotaje más importante del país a los jefes de La Cámpora, que además de Aerolíneas Argentinas controlan Austral.
HANGAR DE LAN
La concesión del hangar que tenía Lan era por 15 años, con vencimiento en 2023, luego de que en 2008 suscribiera un acuerdo con Aeropuertos Argentina 2000 (AA 2000) para instalarse en la plataforma sur de Aeroparque.
La medida no afecta la operación de los vuelos internacionales de Lan que se realizan a través del aeropuerto de Ezeiza.
Los problemas de Lan en Argentina no son desconocidos. En mayo de este año, la aerolínea debió cancelar todos los vuelos desde y hacia el país transandino luego de no llegar a acuerdo por un reajuste tarifario que le aplicó Intercargo, empresa dedicada al servicio en pista y de mangas, lo que dejaba a los vuelos sin poder aterrizar.
