La semana pasada, los jefes de bancada de la oposición concordaron iniciar una arremetida fiscalizadora para neutralizar lo que, entienden, ha sido una "intervención electoral" del Ejecutivo en las últimas semanas.
La estrategia fue ratificada el viernes, durante una reunión de directivas del PS y la DC. Y cobró fuerza el fin de semana, luego que ministros de Estado refutaran las críticas que en esa materia realizó Michelle Bachelet, quien el sábado acusó que en las primarias "francamente se pasó una línea".
El viernes, el timonel del PS, Osvaldo Andrade, había solicitado a los dirigentes y parlamentarios DC sumarse a la ofensiva contra Palacio, en la recta final de la campaña presidencial. "Desde el Congreso queremos constituir una bancada transversal de oposición, que se preocupe de fiscalizar los actos de intervencionismo electoral y el buen empleo de los recursos públicos", señaló Gabriel Silber, diputado DC presente en la reunión del viernes.
Para hoy está programada una reunión entre los jefes de bancada. "Hemos convocado a una cita para concordar los detalles de esta ofensiva fiscalizadora", sostuvo el jefe de los diputados PPD, Marco Antonio Núñez.
En la misma línea se pronunció el PS Marcelo Díaz. "Lo que hemos visto está al margen de lo que Contraloría fija como límite de las normas de conducta que debe tener el gobierno", dijo.