"Siendo la primera gran reforma del gobierno es importante que actuemos lo más unidos posible". Así resume un experto cercano a la oposición el espíritu de la cita que hoy reunirá a economistas y representantes de los centros de estudio, institutos y movimientos ligados a la centroderecha, para discutir sobre el proyecto de reforma tributaria que el gobierno enviará al Congreso el próximo lunes.
A eso de las 10 de la mañana llegarán a la sede del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) el economista y ex ministro de Economía Juan Andrés Fontaine; Hernán Larraín Matte, de Horizontal; Paul Fontaine, recientemente incorporado al movimiento Amplitud; Guillermo Ramírez, de la Fundación Jaime Guzmán; Gonzalo Blumel, de Chile Avanza, la nueva fundación del ex Presidente Sebastián Piñera; Trinidad Lecaros, del Instituto Libertad; el economista José Ramón Valente, y Natalia González y Francisco Klapp, ambos de Libertad y Desarrollo. Este mes, LyD justamente constituyó un grupo de trabajo en la materia, integrado, entre otros, por destacados abogados tributaristas, como Pablo Greiber, Soledad Recabarren y Carolina Fuenzalida, y en el que también participa el ex subsecretario de Hacienda y actual presidente de Copsa, Rodrigo Alvarez.
MIRADA COMUN
La idea, explica uno de los convocados, es compartir los diagnósticos que, hasta ahora por separado, cada entidad ha avanzado desde que se dieron a conocer los principales lineamientos de la reforma, en junio del año pasado. Esto, con el objetivo de aunar posturas en torno a los puntos que defenderán a partir de la próxima semana en el Congreso.
Esta meta adquiere especial relevancia, dicen, en un contexto en que el oficialismo posee mayoría en ambas cámaras.
"Nuestro objetivo es ponernos de acuerdo en los puntos que cada institución considera relevantes y cómo debiéramos enfrentarlos. Con eso, vamos a proponer una estrategia común a los partidos de centroderecha, que por supuesto ellos están en libertad de tomarla o no", explica uno de los técnicos que participarán de la cita.
"Lo que sabemos hasta ahora sobre la reforma nos permite concluir que no se está mirando el sistema tributario en su integridad, sino que sólo se apunta a mayor recaudación", dice otro de los expertos. Subraya que "eso queda más en evidencia cuando vemos a parlamentarios de la Nueva Mayoría que ya han expresado su disconformidad con posibles bajas en los impuestos a las personas. En otras palabras, la discusión puede terminar derivando sólo en un debate sobre la magnitud de las alzas de impuestos".
De acuerdo a los especialistas, entre las principales preocupaciones se encuentran el impacto de la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT), "lo que afectará a las pymes y que es contraproducente con la agenda en productividad e innovación que anunció el gobierno", señalan; el efecto de modificaciones en materia de impuestos al diésel, alcohol y cigarrillos, o las nuevas facultades que podría otorgarse al Servicio de Impuestos Internos (SII) a través de la introducción de una norma general antielusión.
Sobre esto último, uno de los asistentes asegura que "nos preocupa que se esté planteando otorgar poderosas facultades al SII, obligando a los contribuyentes a tener que comenzar a probar la legitimidad de las transacciones que realicen para lograr ahorro tributario. Eso podría derivar en un sistema que recalifique actividades comerciales sólo para recaudar más impuestos", enfatiza un economista que participará de la cita.
También algunos expresan su inquietud por el timing de la discusión legislativa de la reforma tributaria respecto de los cambios propuestos en educación, "sobre los que aún no existe total claridad", y que se financiarán con las modificaciones en materia impositiva. "Aún no conocemos las propuestas en educación, por lo que aprobar la reforma tributaria en esas condiciones sería firmar un cheque en blanco", dicen.