En los días previos a que la Corte Internacional de Justicia de La Haya entregara el fallo por el juicio limítrofe entre Chile y Perú -el pasado lunes 27 de enero-, algunos sectores de la Alianza manifestaban en privado la inconveniencia de que el país siguiera suscrito a la jurisdicción de ese organismo internacional.

Así, algunos miembros de la directiva UDI, entre ellos su presidente y secretario general, Patricio Melero y José Antonio Kast, sostuvieron una reservada reunión con el ex canciller Hernán Felipe Errázuriz, para analizar los escenarios que podría desencadenar la sentencia del tribunal. Uno de los temas que se abordaron fue, precisamente, la permanencia de Chile en el Pacto de Bogotá, acuerdo firmado en 1948 y ratificado en 1967, y que obliga a los países a acatar las decisiones de la Corte de La Haya.

Sin embargo, el debate se contuvo. Esto, hasta que el propio Presidente Sebastián Piñera afirmó el domingo que el gobierno está evaluando la posibilidad de retirarse de ese acuerdo, tema que -según relató- ya abordó con la Mandataria electa, Michelle Bachelet. Ayer, el Jefe de Estado insistió, señalando que "es una decisión que se tendrá que tomar en los próximos meses". Y agregó: "Tiene muchos aspectos y elementos que tenemos que analizar, porque es una decisión que genera muchas consecuencias".

Ambas declaraciones las formuló en Cartagena de Indias, en el marco de su participación en la VIII Cumbre de la Alianza del Pacífico, donde compartió durante todo el fin de semana, en privado, con el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cuyo país decidió retirarse el año pasado del Pacto de Bogotá, tras un fallo considerado desfavorable de La Haya en un juicio contra Nicaragua.

Sus dichos generaron una enérgica respuesta desde la Nueva Mayoría. Quien encabezó las críticas a esa postura fue el timonel del PS, Osvaldo Andrade. "Me parece un tanto provinciano esto de que haya un fallo que no me gustó y, en consecuencia, me vaya a salir del tribunal", cuestionó el diputado, y apuntó veladamente a una supuesta contradicción en lo manifestado por Piñera. "El propio Presidente reconoce que un punto muy relevante para el tema del triángulo terrestre es, precisamente, el fallo del tribunal de La Haya, que fijó que el límite marítimo es similar al límite terrestre, y este es el Hito 1. En consecuencia, en este aspecto el fallo es tremendamente conveniente para Chile, y nos queremos salir. Francamente, no entiendo", señaló.

Algunos miembros del equipo jurídico que defendió a Chile ante el tribunal de La Haya sostienen que la permanencia en el Pacto de Bogotá constituye un mecanismo que permite descomprimir la tensión entre dos Estados, al facilitar que un caso se radique en una corte y se evite, de esa forma, escalar un conflicto por negociaciones frustradas.

En esa línea, el ex ministro Sergio Bitar calificó las declaraciones de Piñera como un "juicio apresurado", y sostuvo que abandonar el Pacto de Bogotá provocaría un "debilitamiento" de la posición internacional de Chile.

Sin embargo, en la UDI respaldaron la postura del Mandatario. El senador Juan Antonio Coloma dijo que "mantenerse en el pacto, aun a pesar de la evidencia de que sus soluciones no se amparan por el derecho, es abrir un flanco grave para la sucesión de demandas que afectan a la soberanía".

Una eventual salida del pacto tendría efecto sólo un año después de formalizada esa decisión, por lo que Chile podría ser demandado nuevamente durante ese tiempo. Tampoco afectaría la demanda interpuesta por Bolivia ante La Haya.