Un día después de que Mariano Rajoy pidiera en público perdón por los casos de corrupción en el Partido Popular (PP), la oposición española le exigió hoy explicaciones y medidas frente a un tema que no deja de ganar magnitud en el país.
"Usted está asediado por la corrupción", le lanzó en el Congreso de los Diputados el jefe de la oposición, el socialista Pedro Sánchez.
El líder del PSOE no fue el único que enfrentó directamente al presidente del gobierno español con los escándalos de corrupción que afectan al PP y que en los últimos 10 días han ganado mayor dimensión aún.
Toda la oposición se los recriminó y la izquierda le exigió que comparezca en un pleno parlamentario dedicado en exclusiva al tema. "Por el bien de la democracia, lo estamos esperando", dijo Sánchez.
La cita parlamentaria de hoy, dedicada en teoría al último Consejo Europeo, se convirtió en un enfrentamiento entre la oposición y Rajoy a propósito de la corrupción, que a las puertas de 2015, cuando hay elecciones municipales y autonómicas en mayo y generales en noviembre, complica al líder conservador su apuesta electoral a la recuperación económica de España.
Rajoy, un día después de pedir disculpas en un gesto inédito forzado por la presión de varios líderes de su partido, intentó minimizar el impactó de las cargas de la oposición y lanzó contra los socialistas sus propios casos de corrupción, que los tienen.
"Vamos a trabajar para que no se vuelva a producir", dijo, y llamó al pacto contra la corrupción del que el PSOE se retiró esta semana tras la macrooperación en la que fue detenido medio centenar de personas, entre ellos el ex número dos del PP en Madrid y en el gobierno de la región Francisco Granados. Hoy comenzaron a declarar en la Audiencia Nacional los primeros detenidos en el operativo.
"La política no es peor que otras profesiones", manifestó Rajoy, que pidió no dar "la imagen de país totalmente sumido en la corrupción". En las portadas de la prensa, sin embargo, se instalaron hace tiempo los titulares, escándalo tras escándalo, y no solo del PP. Los socialistas tienen los suyos, principalmente en Andalucía. Los sindicatos también se han visto salpicados.
El que golpeó a Juan Carlos I al final de su reinado sigue pendiente de la decisión judicial de sentar o no en el banquillo a la infanta Cristina, porque a su marido, Iñaki Urdangarin, todo el mundo da por seguro que lo juzgarán.
En Cataluña, en pleno proceso soberanista, el ex presidente de la región Jordi Pujol admitió en julio haber mantenido una fortuna en paraísos fiscales durante tres décadas y poco a poco van a acumulándose indicios de corrupción cometida desde las instituciones.
El gobierno anunció hace ya 20 meses medidas frente al problema que no han llegado a concretarse desde entonces. El Ejecutivo ha vuelto ahora a comprometerse a aprobarlas.
La respuesta de los ciudadanos a los niveles de corrupción existentes hay que buscarlos en las encuestas, donde Podemos, el partido revelación que en las elecciones europeas de mayo se llevó cinco eurodiputados de la nada, ha ido en aumento. Tanto que crece, y mucho, el temor en los dos grandes partidos de España.
Una encuesta de un instituto de investigación privado situó hace unos días al partido de izquierdas como segunda fuerza política y parece que va por ese camino la última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, estatal), que se publicará la semana que viene.
"Da miedo", dijo una fuente del PP al diario digital "El Confidencial". Podemos no solo supera al PSOE, sino que pisaría los talones al PP. Según "El Confidencial", fuentes de Podemos aseguran que esa encuesta da ganador al partido en intención directa de voto.