La oposición y la sociedad civil de Burkina Faso convocaron una manifestación el domingo para protestar contra la "confiscación" del poder por parte del ejército, que nombró finalmente como jefe de Estado al teniente coronel Isaac Zida tras la marcha de Blaise Compaoré.
Los altos mandos del ejército pusieron fin a sus diferencias y designaron "por unanimidad" a Zida, de 49 años y número dos de la guardia presidencial, como nuevo jefe de un estado en transición, en detrimento de su rival Nabéré Honoré Traoré, jefe del Estado Mayor de los ejércitos.
Con el objetivo de alejar la idea de una junta autoritaria, los militares indicaron, sin precisar, que esta transición se haría de manera democrática y concertada con la oposición y la sociedad civil.
Pero pocas horas después, la población de este pequeño país del Sahel rechazaron categóricamente una "confiscación" del poder por el ejército y convocaron una nueva manifestación el domingo a las 08H00 en la plaza de la Nación de Uagadugú, que los habitantes rebautizaron como "plaza de la Revolución".
"La victoria tras la insurrección popular pertenece al pueblo, y por ende la gestión de la transición le pertenece legítimamente y no debe ser confiscada por el ejército", indicaron los partidos opositores y las asociaciones de la sociedad civil en un comunicado.
Por su parte, la Unión Africana urgió por la noche a "los actores políticos y a la sociedad civil de Burkina Faso a trabajar juntos (...) para acordar una transición civil e inclusiva antes de celebrar, también lo más rápido posible, elecciones libres".