En la última semana antes de las elecciones para la Asamblea Constituyente, convocadas por el gobierno de Nicolás Maduro, la oposición venezolana busca redoblar la presión en las calles con el objetivo de que se suspenda la realización de esos comicios o, en su defecto, conseguir una alta abstención en la jornada electoral del próximo domingo. Por eso la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a un paro de 48 horas, el miércoles y jueves, el cual ya recibió el respaldo de importantes centrales obreras, y a una gran marcha en Caracas, el viernes.
La oposición se niega a participar en estos comicios de los que saldrá una asamblea para reformar la actual Constitución venezolana. Asegura que no quiere legitimar el fraude, que esta Constituyente no fue convocada tras un referendo y que el sistema de elección de los 545 asambleístas fue diseñado por territorios y sectores, una distribución que claramente le garantiza el control al gobierno.
"Que le quede claro a Maduro y a la Fuerza Armada -sector clave para el gobierno- que no nos vamos a calar (aguantar), no vamos a permitir, que se imponga un fraude constituyente", aseguró el domingo el diputado Freddy Guevara , en nombre de la MUD. Y si no se suspende la Constituyente, Guevara advirtió que habrá un "boicot cívico electoral, así nos lleven a todos nosotros presos".
Numerosos carteles con llamados opositores fueron pegados en las fachadas de algunos recintos electorales. "En mi centro electoral, la Constituyente no va", "La ANC es dictadura", "Mi voto es no votar" o "Queremos una Venezuela libre y sin hambre", se podía leer en los mensajes, muchos de los cuales eran quitados por los militares que llegaban a custodiar los lugares de votación como parte del operativo especial para los comicios del domingo.
Sin embargo, Maduro insiste que no hay pie atrás y sostuvo que el domingo dará una "paliza" a "la oposición fascista" y al "imperialismo". Con ese objetivo, de la mano del aparato del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), echó a andar una intensa campaña de propaganda. Incluso ordenó que el transporte público sea gratis el domingo para facilitar los traslados ese día. Además, el fin de semana pasado lanzó una versión de la canción "Despacito", de Luis Fonsi y Daddy Yankee, para promover la Constituyente.
Analistas citados por la agencia France Presse abogan por una negociación para buscar una salida al conflicto. Pero la oposición exige que antes de cualquier diálogo se anule la elección.
De hecho, la llegada a Caracas el domingo del ex jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha actuado como negociador en la crisis venezolana y que al parecer resultó clave en la liberación del opositor Leopoldo López, disparó las versiones sobre una eventual negociación fuera de los focos para intentar desactivar la actual tormenta político-social, que después de tres meses de protestas callejeras antigubernamentales ha dejado más de 100 muertos.