Alrededor de un millar de personas se concentraron hoy en la céntrica plaza de Hafte Tir, en el sur de Teherán, para protestar contra los resultados electorales, mientras efectivos antidisturbios y voluntarios islámicos "Basij", armados con porras, cargaron contra ellos para dispersarlos.

Varios testigos informaeron que las fuerzas de Orden Público actuaron con dureza para dispersar a los congregados, a los que persiguieron por las calles aledañas.

Muchos de los manifestantes, que gritaban Alahu Akbar (Dios es el más grande), fueron detenidos, añadieron los mismos testigos.

La oposición iraní había anunciado esta mañana que marcharía y encendería luces y velas en recuerdo de Neda, una joven muerta a tiros en las manifestaciones convocadas por la oposición, así como de los ocho manifestantes que perdieron la vida hace una semana en otra plaza de Teherán.

El cuerpo de élite de los Guardianes de la Revolución alertó hoy que se "empleará a fondo" para evitar las protestas de la oposición y el homenaje que planeaba hacerle a los víctimas de la última semana de marchas en contra de los resultados electorales.

En un comunicado divulgado a través de su página web, el citado cuerpo advierte a los manifestantes que se preparen para "hacer frente a una dura respuesta de la Guardia Revolucionaria, de los (milicianos islámicos) Basij y de otras fuerzas" si prosiguen con su intención de tomar las calles.

Los Guardianes de la Revolución es un cuerpo de elite que depende directamente del líder supremo de la Revolución, ayatola Ali Jamenei, y que cuenta con los mejores medios e instrumentos de defensa del país.

Irán es escenario desde hace más de una semana de manifestaciones y violentos enfrentamientos, que estallaron tras conocerse la victoria electoral, por una sorprendente mayoría absoluta, del Presidente Mahmoud Ahmadinejad.

El régimen iraní acusó a Estados Unidos y el Reino Unido de interferir en los asuntos internos de Irán y de fomentar los disturbios.

Teherán está tomado por efectivos de las fuerzas antidisturbios, la policía secreta y los milicianos islámicos "basij" desde que el pasado martes las autoridades consideraran "ilegales" las marchas de la oposición.

Jamenei ya advirtió el viernes a la oposición que pusiera fin de forma inmediata a las protestas y alertó a sus líderes de que serían los responsables si se producía "un baño de sangre".

NIEGAN IRREGULARIDADES EN COMICIOS
En tanto, el portavoz del Consejo de Guardianes, Abbas-Ali Kadkhodaei, negó hoy las informaciones que señalaban que el organismo comprobó irregularidades en las elecciones presidenciales, como había anunciado el canal de televisión iraní Press TV en su página web.

Según indicó la emisora, se determinó que en 50 ciudades votaron más personas de las que figuraban en el padrón electoral. El portavoz del Consejo de Guardianes dijo al canal IRIB que las irregularidades se refieren a más de tres millones de votos. Sin embargo, subrayó que aún se debe establecer si estos votos fueron decisivos para el resultado de las elecciones, según la emisora.

Sin embargo, el portavoz dijo a la agencia de noticias IRNA que las violaciones fueron comunicadas por los tres candidatos perdedores (Musavi, Mehdi Karrubi y Mohsen Rezaei), pero no reconocidas por el Consejo de Guardianes.

El Consejo de los Guardianes se había declarado dispuesto a recontar el diez por ciento de los votos, a modo representativo, en el marco del conflicto desatado en el país tras las elecciones, según informó la radio estatal el sábado.

De acuerdo con los datos oficiales, Ahmadinejad fue reelecto con casi el 63 por ciento de los votos, mientras que el líder opositor Mir Hussein Musavi obtuvo el 34 por ciento.