Desde el inicio de las revueltas en Siria (hace un año y medio), casi tres millones de edificios han sufrido daños por el conflicto civil contra el régimen de Bashar Assad, según un informe de la Red Siria para los Derechos Humanos (RSDH).
Una quinta parte de los 2.945.000 edificios dañados -entre los que hay complejos residenciales, escuelas, mezquitas, iglesias y hospitales- fueron completamente destruidos, calcula la organización, mientras que otro 25 % están seriamente afectados.
El restante 55% han sufrido perjuicios menores, como los efectos de disparos en muros, o puertas y ventanas rotas, agrega el informe, realizado a partir de los datos recopilados por los grupos que cooperan con la RSDH y entre los que están algunos de los principales movimientos de la oposición siria.
Con la colaboración de ingenieros civiles, la red, con sede en Londres, estima que el costo de la reconstrucción de los edificios total o parcialmente destruidos asciende a unos 40 millones de dólares, y las labores tardarían no menos de 5 años.
"Durante un período de 18 meses, las Fuerzas Armadas sirias han usado armamento pesado para bombardear casas civiles", explica el informe, que revisa la devastación causada hasta el 31 de agosto.
"Al comienzo se utilizó artillería, tanques, proyectiles Shilka y ametralladoras pesadas. Después de esto, durante aproximadamente 8 meses, se introdujo la aviación militar, sobre todo helicópteros. Sin embargo, desde hace tres meses se utilizan a diario y sistemáticamente cazas militares, además de cargas explosivos de media tonelada cada una", agrega.
Según la Red, la provincia más afectada es hasta ahora el feudo rebelde de Homs (centro), con 800.000 edificios dañados, seguida por Alepo (norte), con 500.000, e Idlib (noroeste), con la misma cifra.
Fruto de esta violencia, la RSDH calcula en 3,5 millones el número de sirios desplazados internamente, y en 500.000 el de refugiados que han huido del país.
"El régimen sirio y el comandante en jefe del Ejército, Bashar Assad, tienen la responsabilidad legal de todos los actos de destrucción y vandalismo en Siria. La comunidad internacional es también moral y legalmente responsable del fracaso en proteger la vida de los sirios y sus hogares", sentencia la organización.