La oposición siria denunció que esta madrugada, tropas del presidente Bashar Al Assad atacaron con armas químicas el este de Damasco, lo que provocó la muerte de 1.300 personas y solicitó una intervención urgente de la comunidad internacional contra el régimen de Bashar Al Assad.

La Coalición Nacional Siria (Cnfros) cifró en 1.300 las personas que murieron hoy en un ataque con armas químicas.

"Los médicos presentes en la zona bombardeada de Guta creen que se podría tratar de gas sarín, por la forma en la que mujeres y niños murieron en sus casas", declaró a Efe Badr Yamus, secretario general de la Coalición, tras la rueda de prensa.

La Liga Árabe, por su parte, pidió a los inspectores de la ONU que acudan a la zona para investigar si efectivamente se utilizó este tipo de armamento.

El presidente de la Cnfros, Ahmed Yarba, reveló además que se ha puesto en contacto con ministros de Exteriores árabes y occidentales.

En opinión de Yarba, el ataque materializa las amenazas del presidente sirio en su último discurso cuando anunció que iba a usar todos los medios posibles para acabar con los "terroristas".

Una fuente de los servicios de seguridad sirios explicó que las autoridades lanzaron hoy una operación contra los bastiones rebeldes en la periferia de Damasco, en las que están apoyadas por aviones y lanzadera de cohetes, sin nombrar en ningún caso el uso de armamento químico.

"Hemos hecho grandes avances en Yobar, Zamalka, Guta y Muadamiya, que están bajo el mayor ataque desde el comienzo del conflicto hace dos años", apuntó la fuente.

Por su parte, el Reino Unido ha anunciado que llevará el asunto al Consejo de Seguridad y condena el ataque. El Ejecutivo de David Cameron ha pedido al Gobierno de Bachar el Asad que permita que los inspectores de la ONU que accedan al lugar donde supuestamente se ha producido este ataque.

El régimen de Bashar al Assad ha negado a través de la televisión estatal que haya "ninguna verdad" en las informaciones difundidas por activistas opositores denunciando ataques con armas químicas cerca de Damasco en los que habrían muerto decenas de personas.