Hace 46 días que las manifestaciones contra el gobierno de Nicolás Maduro no dan tregua en Venezuela. La oposición, aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), prepara más protestas a pesar de que sólo entre lunes y martes cuatro personas murieron luego de ser heridas de bala, con lo que ya suman 42 los fallecidos desde que a comienzos de abril se incrementara la ola de rechazo a Maduro.

Pero la dinámica de las protestas ha comenzado a cambiar en la capital. Quienes se manifiestan contra el chavismo ya no se concentran solamente en el este de la ciudad, donde reside la clase media y el perfil más corriente del opositor venezolano. Las protestas han llegado ahora al oeste más obrero, un sector usualmente fiel al chavismo, lo que supone un revés para el gobierno de Maduro, que suele atribuirse el "apoyo incondicional" de los sectores más populares del país.

En los próximos días la oposición venezolana tendrá en cuenta estas zonas como parte de la estrategia que los ha mantenido en las calles desde hace más de un mes.

Según detalló el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara a La Tercera, se está analizando promover protestas en los barrios más empobrecidos de Caracas, como Catia, La Vega o Petare, donde durante el último mes han tenido lugar sendos enfrentamientos entre la población y la Guardia Nacional Bolivariana. También se han registrado protestas en El Valle, donde creció Maduro y en el Guaratero, ubicado cerca del palacio presidencial de Miraflores.

La escasez de alimentos y medicinas han golpeado especialmente a estas zonas, donde se observan, por ejemplo, las filas más largas afuera de los supermercados.

También la oposición a Maduro tiene previsto repetir los llamados "trancazos". El lunes, miles de personas se congregaron en las principales vías del interior del país como señal de protesta. En Mérida, Trujillo y San Cristóbal los trancazos permitieron bloquear el abastecimiento de frutas y verduras que van en dirección a las principales ciudades.

Los ganaderos de Táchira, por su parte, detuvieron sus jornadas ayer en apoyo a las protestas y en Bolívar, los agricultores bloquearon por unas horas una carretera que conecta con Brasil.

La estrategia se va a replicar a nivel nacional aprovechando que ya se han evidenciado signos de malestar en bastiones chavistas a lo largo de todo el país. A comienzos de abril, Maduro fue abucheado en San Félix, en el estado sureño de Bolívar, uno de los sectores más fieles del chavismo. Lo mismo sucedió en Isla Margarita, en el estado de Nueva Esparta, donde el Presidente venezolano fue humillado en septiembre pasado.