Una de las figuras emblemáticas de la revolución naranja y ex primera ministra Yulia Timoshenko anunció este jueves que será candidata a las elecciones presidenciales previstas para el próximo 25 de mayo en Ucrania.
"Tengo previsto ser candidata al puesto de presidente", dijo Timoshenko, de 53 años, en rueda de prensa en Kiev.
"Ninguno de los políticos ucranianos que se preparan para ser candidatos a la presidencia se da cuenta del alcance de la anarquía ni se dispone a detenerla", dijo.
Timoshenko, anunció su intención de someter su candidatura a la ratificación de su partido, Patria, en el congreso que celebrará esta formación el próximo sábado. Las encuestas ubican a la dirigente opositora en el segundo lugar de las preferencias, junto con el ex campeón mundial de boxeo Vitali Klitschko, pero muy por detrás del multimillonario Piotr Poroshenko.
Precisó que se ha ganado el derecho moral como para afirmar que combatirá la corrupción. Agregó que será candidata en pos de la unidad nacional.
La ex ministra ya fue candidata a la presidencia en 2010 pero fue derrotada por escaso margen por Víktor Yanukóvich. Al año siguiente fue condenada a siete años de cárcel por abuso de poder en contratos de gas con Rusia. Sus partidarios y una parte de los países occidentales estimaron que su condena se debió a motivos políticos.
Su nuevo ascenso al primer plano público marca el retorno de una de las figuras más polarizadoras en la política ucraniana. Algunos la admiran por considerarla un icono de la democracia y otros la detestan porque la ven como una manipuladora con un pasado dudoso.
La política fue puesta en libertad el pasado 22 de febrero, día en que Yanukovich fue destituido como presidente después de meses de protestas populares por su negativa a firmar un acuerdo de asociación con la UE. El presidente interino, Olexandre Turchinov, ya dijo que no será candidato.
Según un sondeo reciente, el millonario y político Petro Porochenko es el mejor situado para ganar los comicios.
Las elecciones se celebran en un contexto difícil ya que el país se encuentra al borde de la bancarrota y perdió la península de Crimea, anexionada a Rusia la semana pasada.