Representantes de los partidos de la oposición en Egipto desmintieron el anuncio oficial realizado por el gobierno local, de que comenzó el diálogo entre el vicepresidente del país, Omar Suleimán, y las fuerzas políticas.
Hace dos días, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, reiteró en un discurso televisado que había pedido al recién designado Suleimán, "que dialogara con todas las fuerzas políticas".
Sin embargo, el dirigente del partido Ghad, Ayman Nur, dijo que "esas informaciones son falsas" y que no han "participado en un diálogo. No habrá diálogo con la sangre ni con los cócteles molotov. La sangre todavía está derramada en el suelo de la plaza Tahrir".
Nur, uno de los principales líderes tradicionales de la oposición egipcia, señaló que "la sangre todavía está derramada en el suelo de la plaza Tahrir" e instó a las autoridades a "castigar a los responsables de los crímenes de ayer" antes de comenzar el diálogo.
En tanto, el guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badia, confirmó en un comunicado que su grupo rechaza negociar con "cualquier símbolo o dirigente del actual régimen gobernante, de acuerdo con la voluntad del pueblo, que anunció la ilegitimidad de este régimen".
Aseguró que "no hay ningún representante de los Hermanos que esté negociando con el régimen", y agregó que sólo él y los miembros de su gabinete están autorizados para dialogar con el poder.
Otro dirigente del partido opositor Tagamu, Husein Abdel Raseq, también desmintió que los partidos hayan comenzado un diálogo con Suleimán.
"Los partidos aceptaron el diálogo después de que Mubarak dijera en su discurso que no se iba a presentar a otro mandato presidencial, pero después del crimen contra los manifestantes en Tahrir, todos los partidos nacionales han dicho que es imposible negociar con un poder que tiene matones", aseguró.
Raseq aseguró que los principales partidos opositores, entre ellos el Wafd y el Gad, además de su grupo Tagamu, se mantienen en contacto y que todos rechazan dialogar con el Gobierno.
Además, Raseq insistió en que los grupos políticos quieren la disolución del Parlamento, una nueva ley de derechos políticos y la reforma de la Constitución.
"Con la Constitución actual cualquier persona que salga elegida como presidente, aunque sea un profeta, se convertirá en un dictador", aseguró Raseq, quien dejó clara su posición: "No al diálogo con asesinos".
Previamente, el vicepresidente de Egipto aseguró haber comenzado un diálogo con los partidos políticos y las fuerzas nacionales. Tras un anuncio de la televisión estatal egipcia.
ANUNCIO DIALOGO
Específicamente, la televisión egipcia había anunciado el comienzo del diálogo entre el vicepresidente Suleimán y 18 partidos políticos.
La cadena de televisión citó al primer ministro, Ahmed Shafiq, quien confirmó que el diálogo incluye a representantes de los manifestantes, que desde hace diez díaz piden la renuncia del presidente Hosni Mubarak en la plaza Tahrir.
Shafiq explicó que el diálogo como objetivo de encontrar una salida a la situación actual y a las manifestaciones para que los distintos órganos del Estado puedan comenzar sus actividades, ya que según el primer ministro la economía está dañada a consecuencia de las protestas
"Basta de pérdidas, porque lo que está pasando ahora no lo acepta laesta crisis.
"Hemos aprendido de estos incidentes a organizarnos para proteger nuestras propiedades ante los ladrones y los delincuentes, que robaron las armas y ahora amenazan nuestra seguridad nacional", añadió.
Shafiq también dijo a la televisión que "todo lo que pasó ayer será investigado por las autoridades", en referencia a los enfrentamientos entre partidarios de Mubarak y manifestantes, que se han saldado hasta el momento con siete muertos y 1.200 heridos, según fuentes de la oposición.