El régimen sirio de Bashar Assad reanudó hoy los bombardeos contra el bastión rebelde y epicentro de las revueltas, Homs, en medio de nuevas protestas y atentados que causaron una decena de muertos y el agravamiento de la crisis humanitaria según la Cruz Roja.
Hicham Hassan, vocero de ese organismo con sede en Ginebra, dijo que la situación en el país es "extremadamente tensa" en numerosas localidades y precisó que un total de 1,5 millones de civiles tienen necesidad de asistencia. La organización humanitaria tiene "acceso" a todo el país, pero no está en grado de responder a todas las necesidades, dijo Hassan.
Añadió que el número de civiles en fuga sigue en aumento a raíz de los combates. "Aún el pan es difícil de hallar" para numerosas personas desplazadas pero también para los que están en sus propias casas. Además el acceso a servicios médicos es difícil, agregó. La Cruz Roja colabora en Siria con la Medialuna Roja.
ARTILLERIA
La artillería siria reanudó los bombardeos contra algunos barrios de Homs. Los activistas divulgaron a través del sitio digital Bambuser imágenes de una de las zonas más golpeadas por los ataques. Según informaron, dos civiles murieron en Khaldiye.
En tanto, dos policías murieron hoy al explotar un auto-bomba en Qudssaya, suburbio de Damasco, informó la agencia estatal Sana. Otros agentes y civiles, añadió el reporte, resultaron heridos en el atentado ocurrido en la avenida al Thawra. La agencia añadió que otro auto-bomba fue hallado y desactivado anoche en Aleppo.
En la provincia nororiental de Deir Ezzor, siempre según la agencia estatal, un "grupo terrorista armado" atacó a militares de guardia en el campo petrolero de al Omar. En la acción, dijo la agencia, murió un soldado y otro resultó herido.
ONU
En tanto, los observadores de la ONU, rechazados ayer a balazos mientras intentaban alcanzar el poblado de Mazraat al-Qubair, donde fueron masacradas decenas de personas, intentaban hoy llegar a la zona. Desde Damasco, donde tiene sede la misión de la ONU, era enviado un segundo equipo de apoyo.
Si es confirmada, la masacre del poblado ubicado en inmediaciones de Hama sería la segunda en dos semanas. En precedencia, los observadores visitaron la ciudad de Houla, donde el 25 de mayo las fuerzas de seguridad y la milicia pro-régimen habían asesinado a 108 personas, casi la mitad de ellas niños.
El gobierno sirio condenó las masacres de HOula y Mazraat al-QubAir, sosteniendo que detrás de los ataques están fuerzas terroristas.
Hoy hubo nuevas protestas en el país y al menos seis civiles murieron a manos de fuerzas fieles a Assad, dijeron los comités de coordinación locales.
En el plano internacional, el gobierno alemán volvió a pedir hoy la renuncia de Assad diciéndose "horrorizado" por las recientes masares perpetradas en el país.