Dirigentes opositores venezolanos afirmaron hoy que en su próxima reunión con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, no le pedirán nada, sino que le "presentarán pruebas" sobre las "reiteradas" violaciones de los derechos humanos que a su juicio se producen en Venezuela.

"No nos creamos falsa expectativas, no vamos para que nos solucionen los problemas de Venezuela. Esos problemas los tenemos que resolver nosotros. Vamos para demostrarle al mundo lo que está ocurriendo", dijo César Pérez, gobernador del estado de Táchira.

Pérez y los también gobernadores opositores Pablo Pérez (Zulia), y Enrique Capriles (Miranda), junto al alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, ofrecieron hoy una rueda de prensa en Maracaibo para informar de su próximo viaje a Washington.

Los dirigentes opositores no precisaron la fecha de la reunión con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), aunque medios locales dijeron que será el 21 de julio.

Pablo Pérez dijo que en la reunión denunciarán "las reiteradas violaciones a la Constitución y a la Carta Interamericana de Derechos Humanos y las violaciones a la voluntad popular" que se registran en Venezuela por parte del Gobierno de Hugo Chávez.

Añadió que también aprovecharán para denunciar la "persecución que viven día a día los medios de comunicación que no sigan la línea del Ministerio de Comunicación".

Para el gobernador de Zulia, "la OEA tiene que dejar de ser un club de presidentes y convertirse en un foro en el que sean escuchados los pueblos. Es necesaria una redimensión de los organismos internacionales".

César Pérez coincidió con ese planteamiento y señaló que la reunión será "un campanazo" a la OEA para que deje la actitud, a su juicio de indiferencia, que mantiene frente a la situación que se vive en varios países latinoamericanos.

"La OEA ha resultado ineficiente para resolver los problemas del continente porque no tiene capacidad de respuesta", dijo el gobernador del Táchira.

Capriles señaló, por su parte, que no es seguro que forme parte del grupo aunque adelantó que, si no va, se sentirá "bien representado" por los que lo hagan.

Ledezma ya estuvo el mes pasado en Washington con Insulza para exponerle sus quejas por la reforma legal que le privó de gran parte de sus atribuciones como alcalde metropolitano de Caracas.

Después de esa visita, en la que Insulza le manifestó que la OEA no tenía competencias en materia de legislación sobre la administración territorial de los países miembros, Ledezma cumplió una huelga de hambre durante seis días para reclamar que el organismo atendiese su caso.

"¿Hasta cuándo estarán ciegos los representantes de la OEA para que se ocupen de la tragedia que padecemos en nuestro país?", se preguntó Ledezma este lunes.

El alcalde metropolitano abandonó el día 8 el ayuno, que cumplió en la sede de la OEA en Caracas, tras recibir garantías de que ese organismo iba a estudiar el caso venezolano.

Chávez "usa la democracia para destruir la democracia", remarcó Ledezma en su primera comparecencia ante los periodistas una vez que puso fin a su huelga de hambre.

Si la OEA "es buena para (condenar el golpe de estado contra el gobernante hondureño, Manuel) Zelaya, debe ser buena también para Ledezma", dijo este martes.