Las fuerzas leales al régimen del Presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, y las de la oposición alcanzaron hoy un acuerdo de alto el fuego en la capital Saná, según un comunicado emitido por el comité conjunto que supervisa el proceso.

Ambas partes acordaron detener todos los enfrentamientos armados en la capital desde esta tarde, después de que en los últimos días se hayan intensificado los actos de violencia.

El anuncio del alto el fuego no evitó que poco antes de su inicio tropas opositoras incendiaran la cámara baja del Parlamento, según pudo constatar Efe.

El fuego se propagó por gran parte del edificio, que las fuerzas de Saleh habían recuperado recientemente del control de los combatientes del líder tribal Sadeq al Ahmar, que desde mayo pasado han protagonizado cruentos enfrentamientos con los partidarios del mandatario.

Además, las autoridades decidieron evacuar a los funcionarios del Consejo de Ministros cuando se produjo una explosión en el barrio de Al Qaa, muy cerca del edificio.

Pese al anuncio de alto el fuego, los choques se reanudaron poco después en Saná, donde se oyeron fuertes explosiones en los barrios de Sofán y Al Nahda, así como cerca de la televisión estatal.

Continúa la incertidumbre sobre si estos últimos enfrentamientos se deben a una falta de coordinación entre las fuerzas opositoras o a una violación del alto el fuego con las tropas leales a Saleh.

El acuerdo no precisa cuánto tiempo va a durar la tregua y fija, entre otros puntos, el intercambio de secuestrados entre ambas partes y el abandono de escuelas, sedes públicas y otros edificios por parte de los grupos armados.

Precisamente hoy, al menos ocho personas murieron, entre ellos un menor de edad, y más de cuarenta resultaron heridas en incidentes entre opositores y leales a Saleh en el país.

La violencia en el Yemen se ha recrudecido en la última semana coincidiendo con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el viernes pasado, que pidió a Saleh que firme la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para abandonar el poder.

El jefe de Estado yemení aseguró que solo firmaría el mencionado plan si tenía garantías de Europa, EEUU y los mismos países del CCG -Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Oman, Bahrein y Kuwait.

Saleh ha afirmado en varias ocasiones que iba a firmar la propuesta del CCG, pero en el último momento siempre se ha echado para atrás.

Las fuerzas gubernamentales mantienen duros combates contra tribus rivales opuestas al presidente y soldados disidentes, que se han sumado a la revuelta popular que pide la renuncia de Saleh desde el pasado 27 de enero y que se ha cobrado la vida de centenares de personas.