La decena de protagonistas de Orange is the New Black (OITNB), la serie de Netflix que hace pocas semanas puso en línea todos los capítulos de su segunda temporada, lleva toda la mañana dando entrevistas, rotando en duplas por entre los salones de periodistas que las esperan para hablar de moda hasta sus carreras musicales, y entretelones de los largos días de grabación en el set donde se filma la vida en la cárcel de sus personajes. Pero cuando dan las 12.30, todas las actrices, un grupo de distintas razas, gruesos y estilos, se reúnen en una sala del hotel Crosby en Nueva York para comer algo, conversar y reír. La sala dice "Twitter room" y hasta ahí llegan "Roja", la actriz Kate Mulgrew, quien en la primera temporada era la antagonista, y Vee, interpretada por Lorraine Toussaint, la nueva y maléfica reina de la cárcel, quien se ríe muy fuerte dentro del salón cerrado del hotel.

En la misma pieza están también "Ojos locos", interpretada por la sorprendente Uzo Aduba, una mezcla de locura y ternura carcelaria; está  la actriz transexual Laverne Cox, que hace poco fue portada de la revista Time; y Natasha Lyonne, tiene el papel de una lesbiana adicta al crack, más una decena de actrices. La gran ausente es la protagonista, Taylor Schilling (Piper Chapman en la serie) quien está enferma según la encargada de prensa, que lo cuenta a bajo volumen, como para que nadie se entere.

Una de las claves de OITNB son sus personajes atípicos para una serie de televisión popular, mezcla de comedia y drama: acá conviven una transexual que trabaja de peluquera dentro de la cárcel, dos lesbianas compitiendo por quien tiene más amoríos, una anciana ladrona de bancos enferma de cáncer, un par de villanas que superan los 50 años y otros personajes que, capítulo a capítulo, van contando sus historias a través de flashbacks y diálogos. Natasha Lyonne explica este nuevo acercamiento televisivo hacia la mujer: "Es muy excitante que la serie refleje el momento en que estamos como personas. Tiene un gran potencial, de que podamos librarnos de todo ese imaginario de la mujer, como la piel naranja, el botox, los dientes falsos. Ojalá sea un símbolo de que vienen cosas buenas y eso es muy importante, nos da mucho orgullo".

El mejor ejemplo del cambio que supone OISTNB lo personifica Laverne Cox, la actriz transexual: "Cuando logramos ver a las personas como personas, podemos cambiar el mundo, y creo que los medios son una gran forma de hacer eso. Por eso es tan importante que las representaciones en los medios muestren la complejidad, la diversidad y la completa humanidad de los transexuales. Creo que el show hace eso". Selenys Leyva, la actriz que personifica a Gloria Mendoza, quien en esta temperada está a cargo de la cocina, coincide con Cox:  "Eso  es  lo  bonito de la serie, los escritores, di rectores y productores, todos están seguros de darles voz a muchas personas que no la tenían".

LA NUEVA REINA DE LA CÁRCEL

En esta segunda temporada, la protagonista Piper Chapman, que llegó a la cárcel por traficar drogas junto a su ex novia (la actriz Laura Prepon, conocida por That 70's show),  deja de ser el foco de atención y la serie se mueve hacia otras áreas, sobre todo con la aparición de Vee, una traficante que pronto encuentra la forma de manejar la cárcel. Para lograr este comedido se une a un grupo de afroamericanas y crea una especial relación con Suzanne Warren, conocida en la serie como "Ojos locos", una esquizofrénica mujer: "Para mí, Suzanne, más que sus tics, sus emociones y las cosas divertidas que dice, es como ella se enfrenta abiertamente a la vida. Lo único que ha visto es sufrimiento y ella continúa siendo abierta", cuenta Uzo Aduba, la actriz encargada de encarnarla.

Otra de las mujeres en el grupo de Vee es Taystee, papel de la actriz Danielle Brooks, quien en esta nueva temporada deja su trabajo en la biblioteca de la cárcel para dedicarse a vender drogas. Al respecto dice: "Mi personaje venía de un hogar roto, y la vida fuera de la cárcel no era muy buena. Pero lo que más shockeó fue la relación con Vee. Cuando ella llega a la cárcel, es una situación completamente diferente".