El Programa Mundial de Alimentos (PMA), un organismo dependiente de la ONU, pronosticó una gran crisis alimentaria en Libia en los próximos 45 a 60 días, si no se adoptan medidas urgentes, como restablecer el suministro de combustible y el abastecimiento de alimentos básicos.

Según PMA la situación humanitaria puede deteriorarse por el recorte en la provisión de servicios básicos -como agua, electricidad y transporte- si persiste la escasez de combustible.

"La preocupación inmediata es garantizar el restablecimiento de los alimentos, que ha quedado interrumpido por la falta de importaciones", dijo el director del PMA para Oriente Medio y el Norte de Africa, Daly Belgasmi.

Sostuvo que la entrada de alimentos de otros países debe reactivarse rápidamente, para lo que antes debe resolverse el bloqueo de las transacciones bancarias, la escasez de efectivo y volver a hacer funcionar los puertos.

El representante del organismo recordó que la devaluación del dinar libio representa un problema adicional porque esto ha reducido el poder adquisitivo de la población.

Simultáneamente, el precio de los alimentos se ha disparado y ahora cuestan entre un 30 y 40 % más que antes del estallido del conflicto entre los insurrectos y las fuerzas del régimen de Muammar Gaddafi.

Belgasmi dijo que para atajar la crisis alimentaria se requieren acciones urgentes, entre las que citó el reabastecimiento de las reservas y la reanudación de las importaciones de insumos para la producción local de alimentos, como comida para animales.

Asimismo, consideró fundamental mantener los programas sociales relacionados con la distribución de alimentos a poblaciones vulnerables y los subsidios al consumo, como una manera de contrarrestar el encarecimiento de los principales artículos alimenticios.

El PMA coordina sus operaciones de ayuda en Libia con la sociedad de socorro Media Luna Roja, que ha instalado su sede en Bengasi, bastión de los rebeldes, y opera en todo el país.