Organizaciones sociales argentinas protestaron hoy frente a la sede de una conocida cadena de supermercados de Buenos Aires para que respete el acuerdo de precios anunciado por el Gobierno argentino contra la inflación.
Los integrantes de la agrupación Quebracho se manifestaron frente a un local de la cadena argentina Coto junto a otros movimientos de izquierda como el Frente Darío Santillan, el Movimiento Teresa Rodríguez y la coordinadora Aníbal Verón.
Encapuchados y con palos en sus manos, los manifestantes bloquearon tres carriles de circulación en las inmediaciones del comercio y provocaron un colapso del tránsito en medio de un fuerte dispositivo policial.
La convocatoria buscó "que cientos de miles" se organicen "contra las corporaciones" y exijan "al Gobierno Nacional y a los gobiernos provinciales que defiendan los intereses del Pueblo", explicó Quebracho en un comunicado.
"No hay control de precios sin poder popular", afirmó la organización, que la semana pasada escrachó una estación de servicio de la petrolera holandesa Shell en protesta por la subida de precios.
Por otro lado, Rodolfo Tailhade, titular del organismo de Inspección General de Justicia de Argentina, encargado de registrar y fiscalizar sociedades comerciales, desató hoy la polémica por denunciar a los supermercados y sumarse a las manifestaciones contra los empresarios a través de las redes sociales. El abogado de 42 años, criticó a través de sus cuentas en distintas páginas, las subidas de precios y acusó a los empresarios de robar el sueldo a los argentinos.
"Estos tipos te roban el sueldo", aseguró el titular en su página de Facebook, en una publicación que acompañaba fotos de carteles con caras de varios empresarios que fueron utilizados en una protesta organizada por una asociación próxima al kirchnerismo a principios de febrero.
"Coto, Carrefour, Wal Mart, Garbarino, Shell, Jumbo, Fravega, son los nombres del saqueo de estos días. Te están robando el sueldo", reiteró desde su perfil de Twitter.
"Nosotros, a la única playa que vamos a ir, es a la playa de estacionamiento de Coto. Para cuidar los precios, para respirarles en la nuca", continuó el titular del organismo que vigila y registra la actividad de sociedades comerciales, sociedades extranjeras, asociaciones civiles y fundaciones para el ministerio de Justicia.
"La disputa no es económica; no es que subió el dólar y tienen que mantener sus ganancias. Mentira. Es política: quieren que Cristina se vaya", aseveró en otra publicación en internet.
El Gobierno argentino se encuentra inmerso en una lucha por combatir la subida de precios a través de negociaciones con supermercados, proveedores y productores de todo tipo de bienes de consumo.
La elevada inflación se vio además perjudicada en enero por una abrupta caída de la cotización del peso -cuando retrocedió un 23 por ciento frente al dólar estadounidense en un mes- que el Ejecutivo de Cristina Fernández atribuyó a ataques especulativos de los grandes grupos concentrados.
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, tildó de "inescrupulosos" y "antipatrióticos" a los empresarios que suban los precios.
La inflación aumentó un 3,7 por ciento el pasado enero, la mayor tasa en un mes de los últimos doce años, según el nuevo Índice de Precios al Consumidor difundido este mes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).