Hace cuatro años , uno de los muchos chicos afroamericanos de Washington D.C. sin el suficiente dinero para pagarse una universidad decidió que sus aptitudes musicales le permitirían lograr una beca. Armond había aprendido el clarinete en youtube y provisto de una inusual dosis de confianza se presentó al Programa de Orquestas Juveniles de Washington D.C. (DCYOP) para que le dieran un cupo entre sus alumnos. El director de la Orquesta Juvenil de Washington se lo dio y hoy, con la misma seguridad con que llegó a la DCYOP, estudia en la Universidad de Dartmouth. Entró gracias a una de las cuatro becas que obtuvo tras pasar por el Programa, cuya directora ejecutiva es Elizabeth Schurgin.
Formada musicalmente como fagotista, la máxima ejecutiva de la institución estuvo en Chile para listar el que será el próximo encuentro entre la Orquesta Juvenil de Washington y tres agrupaciones juveniles chilenas. Entre los músicos de Washington vendrá, por supuesto, Armond.
"Tenemos mucho que aprender unos de otros. Es maravilloso, por ejemplo, enterarnos de la gran tradición de orquestas juveniles de una ciudad como La Serena", dice Schurgin sobre la urbe donde en 1964 el director y educador musical nacional Jorge Peña Hen creó la primera orquesta juvenil latinoamericana. Luego agrega:
"Tenemos dos objetivos básicos en el Programa. El primero es lograr llegar a todos los sectores sociales, culturales y étnicos. El segundo es tener la mayor excelencia en cuanto a profesores y educación", dice sobre la iniciativa, que nació en 1960 y que está integrada en un 59 por ciento por chicos afroamericanos.
La visita de intercambio contempla la formación orquestas binacionales con los jóvenes músicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil Metropolitana, la Orquesta Municipal de Peñalolén y el Campamento Musical de Mancera (Región de Los Ríos). " Nuestra idea es unir a los muchachos de Washington y de Chile, cada cual con su diferente estilo y forma de tocar y crear una suerte de orquestas híbridas que combinen las interpretaciones de ambos grupos. Ya tuvimos una experiencia en América Latina en el 2014 con jóvenes de Colombia y fue realmente maravillosa. Nos unimos a la Orquesta Metropolitana de Bogotá. Ellos tienen una manera muy enérgica y vital de tocar", cuenta Schurgin, que vendrá a Chile acompañada del director musical Mariano Vales para los próximos conciertos.
En total, la experiencia llegará a más de un centenar de muchachos chilenos y entre las obras que tocarán están la Quinta Sinfonía de Tchaikovsky, Finlandia de Sibelius, Chile en 4 cuerdas de Gastón Soublette y Outdoors Overture de Aaron Copland. Las presentaciones serán el 29 de diciembre en La Moneda, el 30 de diciembre en el Centro Cultural Chimkowe de Peñalolén y durante la primera quincena de enero se harán cuatro conciertos en Valdivia, Niebla, Corral y Paillaco. "Uno de los grandes regalos de los programas de orquestas juveniles es poder tocar con músicos de otras nacionalidades, sin importar si hablamos el mismo idioma. La música nos acerca, nos hace buscar la armonía", dice Schurgin.