La tarde de ayer el OS9 de Carabineros detuvo a dos ciudadanos búlgaros dedicados a la clonación de tarjetas y que operaban en el sector de Providencia. Habían llegado a Chile dos días antes de su detención y mediante un skimmer que tenía adosada una cámara de seguridad de última generación que copiaba los datos de los usuarios que usaban el cajero automático en el cual se encontraba el aparato. Mediante una coordinación con la banca afectada, personal uniformado monto un servicio que permitió detener a los sujetos.
Sin embargo, este no parece ser un hecho aislado en el último año, y es que según cifras entregadas por el 0S9 va en aumento la tendencia de ciudadanos europeos que llegan a Chile a cometer este tipo de ilícitos. Precisamente el primer semestre de este año, en relación al anterior se quintuplica dicho número.
Según contó a La Tercera el capitán César Figueroa "el año 2009 empezamos a tener registros de extranjeros que llegaban a Chile a realizar este ilícito, y allí sólo había ciudadanos colombianos y peruanos, pero ningún europeo". La cifras entregadas por el OS9 dan cuenta de que en el año 2010 se registraron 11 colombianos y un rumano. En 2011 los números daban cuenta de cuatro brasileños, cuatro dominicanos, tres colombianos y un rumano. Ya este primer semestre las cifras arrojaron nulo registro de ciudadanos latinoamericanos dedicados a este ilícito y el número de europeos se elevó a cinco: tres rumanos y dos búlgaros.
"Tiene que ver con un conexto global de la economía, dada la crisis económica que enfrenta Europa, obviamente el lugar más estable en este plano en sudamérica es Chile por lo que se hace un foco atrayente para el turismo delictual", dijo a La Tercera el capitán Figueroa.
De igual forma, Figueroa explica que los métodos de ejecución del delito se van sofisticando cada vez más logrando que los dispositivos de clonación se vuelvan cada vez más pequeños.