El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, visitó hoy la zona afectada por las erupciones de ceniza de esta semana del volcán Turrialba, en la región este del país, y ofreció ayuda a sus pobladores.

Arias viajó a la zona en compañía de su hermano Rodrigo, quien es ministro de la Presidencia, y de otros miembros de su gabinete para inspeccionar los daños que hasta ahora ha causado la actividad del coloso.

El mandatario prometió a las familias que han sido evacuadas como medida de prevención ayudas como viviendas temporales, alimentación y ropa mientras se mantenga la alerta.

Sin embargo, hizo un llamado a la calma a la población y pidió no ser "alarmistas" para no afectar las actividades económicas del área, como el turismo.

El gobernante declaró: "estamos haciendo todo para aliviar la situación de la gente", pero aclaró que no se puede saber cuánto tiempo se extenderá la alerta.

Mientras tanto, vulcanólogos costarricenses confirmaron que el Turrialba hizo hoy dos nuevas erupciones de ceniza, pero aseguraron que son parte de su actividad normal.

Los expertos han descartado que se avecine una erupción de lava en el volcán en este momento, pues sus estudios no han mostrado indicios de actividad magmática en el interior.

La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) mantiene la alerta amarilla (precaución) en la zona y detalló que hay un total de 40 personas refugiadas en un albergue como medida de prevención.

Además, la CNE reportó hoy que se ha dado una variación en la dirección de los vientos por lo que ahora la ceniza emanada por el volcán será llevada a otros sectores del país.

El volcán Turrialba, situado unos 80 kilómetros al este de San José, tiene 3.340 metros de altitud y es un Parque Nacional, pero la CNE recomendó su cierre definitivo, ya que su actividad se ha venido incrementando en los últimos meses con lanzamiento de gases y ahora de ceniza.

La última vez que el Turrialba hizo una erupción completa fue en 1866 y sus cenizas, de acuerdo con los registros históricos, llegaron hasta Nicaragua.