A diferencia de la visión de varios analistas, Oscar Landerretche, presidente del directorio de Codelco, cree que existen fundamentos para pensar en -que el precio del cobre se mantenga por sobre los US$ 3 la libra, tal como cerró la jornada de ayer. Sin embargo, advierte no sobrerreaccionar en materia política, considerando los mayores ingresos fiscales que esto implica, y llama a no hacer promesas electorales.
¿Ve fundamentos de que sea sostenible un precio del cobre por sobre los US$ 3 en lo que viene?
Existen. Una forma de sacar esta cuenta (que hacemos en Codelco) es hacer la suma de las fábricas y proyectos de las compañías que demandan cobre en el mundo y compararlo con las faenas y proyectos de las mineras que producen el mineral. Desde hace bastante tiempo que estas comparaciones indican que a partir del próximo año habrá un claro déficit de oferta de cobre en el mercado, el que se va ir acrecentando. Una de las principales razones es que ha habido pocos descubrimientos de grandes yacimientos de cobre en el mundo en el último tiempo. Segundo, en años recientes las compañías mineras han tendido a paralizar sus proyectos de inversión. Esto principalmente por las dificultades financieras en que se encontraron estas empresas al final del súper ciclo del cobre: niveles muy elevados de deuda y algunos activos mineros de dudosa calidad. Tercero, hay una serie de tendencias por el lado de la demanda de cobre que han tendido a sumar aún más al pronóstico optimista. La principal ha sido la aceleración en la expansión de la economía eléctrica, particularmente la creciente competitividad de las energías renovables no convencionales y la aceleración en el desarrollo del mercado de autos y buses eléctricos. Además, está la capacidad que ha mostrado la economía china de manejar su transición hacia un mercado financiero más abierto y menos regulado, sin las crisis que el mundo esperaba hace unos años atrás.
Con esos antecedentes, ¿estamos ad portas de un nuevo súperciclo?
La naturaleza de los mercados del cobre es cíclica. Las empresas bien manejadas así lo saben y planifican para ello. Sin embargo, hay que considerar que los mercados de commodities se han vuelto atractivos para capitales especulativos que entran y salen, compran y venden con una mirada de más corto plazo. Los súper ciclos tienen un elemento "fundamental" pero también uno especulativo, por ende son imposibles de predecir. Lo único que se puede decir con seguridad es que las tendencias de mercado para el cobre dan buenos prospectos y que es probable que podamos vender en forma favorable nuestro producto durante los próximos años.
Sin duda, es un alivio para las arcas fiscales...
Yo no recomendaría al país volver a cometer el error de atribuirle características permanentes a un ciclo ni empezar a gastar, endeudarse o prometer electoralmente contra un ciclo que tiene elementos especulativos y transitorios. Hagamos una planificación financiera y fiscal sustentable y coherente; y si viene el súper ciclo, usémoslo para financiar un desarrollo, una transformación y una diversificación productiva.
¿Cómo cerraría el precio en 2017?
Es difícil decirlo, debido a que algo de lo que está ocurriendo ahora podría tener un elemento especulativo. Es posible que capitales especulativos estén usando al cobre como refugio frente a incertidumbres que hay en otros mercados. Si es así, algo de lo que estamos viendo podría revertirse en el corto plazo; sin embargo, en el mediano plazo esta tendencia debiera confirmarse.
¿Hay probabilidades de reactivar proyectos?
Sin duda que, de consolidarse una mejor prospección de mediano y largo plazo, se reactivarán proyectos, pero eso todavía está en proceso.
¿Cuáles son las probabilidades que con este precio suban los costos?
Ese riesgo siempre existe. La esperanza, sin embargo, es que haya habido un aprendizaje de la minería los últimos años que le permita a las compañías privadas y públicas un enfoque de gestión sostenible, coherente y responsable. En el caso de muchas empresas privadas han ocurrido verdaderas rebeliones de accionistas que han inducido cambios importantes. En el caso de Codelco hemos tenido que ejecutar un proceso de ajuste muy importante, acompañado de un intento por volver hacia una cultura corporativa de mayor austeridad. Tanto para las empresas privadas como para nosotros será un desafío sostener esto durante los próximos años.
En el caso de Codelco, ¿cómo influye el alza del precio en sus costos y utilidades?
Hay que tener cuidado cuando uno analiza estas cifras, porque cambian en el tiempo. Sin embargo, puede servir como regla considerar que por cada centavo que sube el precio del cobre aumentan los ingresos de Codelco en aproximadamente US$36 millones. Para comparar, las ventas anuales de Codelco son del orden de US$ 9.500 millones. Pero cuidado, una las cosas importantes que hemos hecho en Codelco es reducir costos. Hace cuatro años atrás, Codelco estaba en su costo de producción (que llamamos C1) más de 10% por sobre el promedio del industria, hoy estamos más de 10% por debajo. Hemos logrado reducir ese costo C1 en 32 centavos desde el año 2013; si esto se revierte, de nada servirá el alza del precio del cobre.
Por cada centavo que suba el C1, se pierden los mismos US$ 36 millones que ganas en el precio. Si el alza de precios se va a costo, no habrá ganancia para el Fisco y, por ende, para las políticas sociales.
¿Está el país preparado, con las inversiones necesarias, para aprovechar mejores precios del cobre?
Codelco está preparado. A mi juicio, están creadas las condiciones para aprovechar el ciclo, pero ello va depender de que seamos capaces, como chilenos y codelquianos de darle gobernabilidad y sostenibilidad a los logros de la compañía en los próximos años.