"Nosotros fuimos muy sinceros y le solicitamos que diera un paso al costado, que renunciara. Se lo dijimos directamente, pero él también fue muy claro y nos dijo que no dejaría su puesto".
Así resumió Mario Vargas, vocero de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno, lo medular del encuentro que el martes reciente sostuvo con el obispo Juan Barros Madrid, titular de esta diócesis desde marzo de 2015, tras ser designado por el Papa Francisco.
No fue una reunión cualquiera aquella instancia, ocurrida en una sala del obispado, a las 10.30 horas, convocada por el propio Barros y que se extendió por cerca de dos horas y 45 minutos. Era la primera vez que el prelado se sentaba a una mesa a conversar con Vargas y Danilo Andrade, otro de los integrantes del grupo, quienes desde su designación han cuestionado a Barros. Su principal argumento es la cercanía que el prelado y ex obispo castrense habría tenido en Santiago con el ex párroco de El Bosque Fernando Karadima, condenado canónicamente por abusos.
Por ello, ya han anunciado que para la visita del Papa Francisco a Chile, en enero próximo, efectuarán manifestaciones.
"Fue una conversación cordial y amable. También estaba el sacerdote Francisco Triviño, párroco de El Carmen. Ellos hicieron una oración al comenzar el encuentro, a la que nosotros no adherimos, pero que seguimos en silencio y con respeto. Y luego hablamos de la gente, de la comunidad, entre otras cosas. El diálogo siempre es bueno, pero también tenemos que ser sinceros y reconocer que no hay cambios. El obispo no va a dar su brazo a torcer", destacó Vargas.
Juan Carlos Claret, otro de los laicos de esta agrupación, que suma cerca de 50 miembros, apuntó que "se han ido tres sacerdotes de la comunidad y a él no le importa nada".
Si bien ambas partes acordaron sostener nuevos encuentros, Vargas también ratificó que ya están organizando marchas y otras formas de protesta para la visita del Pontífice.
La Tercera intentó contactarse con el obispo Juan Barros, para conocer su postura, pero no fue posible.
Las reacciones a la designación de Barros vienen de marzo de 2015, cuando asumió el cargo en una misa donde había globos blancos y negros, de adeptos y detractores, respectivamente.
El alcalde de Osorno, Jaime Bertin, comentó que "no podemos tapar el sol con un dedo. Todo diálogo es bueno y constructivo, pero nuestra comunidad sigue dividida. La situación es compleja y se nota un ambiente extraño en la Catedral".