El comandante jefe de la operación de la OTAN en Libia, el general canadiense Charles Bouchard, dijo hoy que grupos aislados de fuerzas leales al fugitivo coronel Muammar Gaddafi siguen siendo una amenaza para los libios, pero no son capaces de coordinar sus acciones.
"Todavía se están dando órdenes y la violencia contra la población sigue. La solución de este asunto sólo es cuestión de tiempo", manifestó Bouchard ante la prensa en el cuartel general de la Alianza Atlántica en Nápoles. Por ello llamó a las fuerzas gaddafistas a "rendirse".
"Sólo puedo instar a las fuerzas del régimen a que se rindan, pongan fin a sus actividades y busquen una solución pacífica", apuntó.
Para el comandante, los partidarios de Gaddafi siguen bien armados y continúa la lucha en tres frentes en el bastión de Sirte, la ciudad de Bani Walid en el desierto, y la zona de Sebha en el sur, ésta última hoy controlada casi en su totalidad por las fuerzas del Consejo Nacional de Transición, donde permanecen sólo algunos francotiradores de las tropas del coronel.
Estas declaraciones se producen un día desúés de que la entidad aprobara extender la misión en territorio libio por otros 90 días.
La OTAN cree, en palabras de Bouchard, que actualmente unas 200.000 personas en Libia aún están afectadas por las acciones de las tropas gadafistas. El general se declaró "muy convencido" de que la operación aérea podrá concluir antes de que termine el año, cuando acabe el mandato de la Alianza Atlántica en el país norteafricano.