Puede ser noble la intención de limpiar el fútbol a través de la tecnología. Sin embargo, cuando los yerros se juntan apenas en el comienzo, el asunto ya empieza a incomodar.
Si ayer fueron los colombianos de Atlético Nacional los que se quejaron por un cobro de un penal en contra generado a través de la revisión de los videos -innovación que debuta en el Mundial de Clubes- esta vez el turno fue de Real Madrid.
En el segundo minuto de adición, Cristiano Ronaldo recibió un balón y lo envió al fondo de la red. Era el 2-0 sobre América de México. Inmediatamente, comenzaron las celebraciones, pero todo se detuvo de un momento a otro: por video se verificaba una supuesta posición de adelanto, que finalmente no fue.
Todo lo anterior, ante el desconcierto de los jugadores tanto de Real Madrid como del elenco mexicano. En total, el árbitro paraguayo Enrique Cáceres demoró 180 segundos en validar el gol número 500 en clubes de Cristiano Ronaldo.
Fue tanta la confusión que fue el mismo árbitro quien llevó el balón hacia el centro de la cancha para aclarar definitivamente que el gol fue válido.
"Empieza a cansar el asunto si a las primeras de cambio el sistema falla y roza el ridículo. El fútbol quizás no necesite tanto cambio. Bienvenida sea la imperfección de este bendito deporte", opinó al respecto el diario Marca.