Donald Trump no da descanso: las luces y cámaras están permanentemente sobre él, y el mandatario estadounidense responde con intervenciones y chascarros que rayan en lo insólito.

Y la última muestra le pasó este jueves en Bruselas, en medio de la cumbre de la OTAN, cuando una inofensiva "foto de familia", como se denomina a la imagen que usualmente se hacen los jefes de Estado y de gobierno en estos encuentros, regaló una nueva postal.

Resulta que Trump, por algún motivo que no es claro, puso su mano izquierda en el brazo del primer ministro de Montenegro, Milo Dukanovic, y luego lo apartó hacia atrás, buscando al parecer quedar en una mejor posición en la fotografía.

Una imagen que fue capturada en vivo por la señal de la OTAN y que rápidamente fue difundida como un caso más que revela el particular modo de ser del hombre que habita la Casa Blanca.