Como un déjà vu. El mismo escenario que los enfrentó por primera vez en 2004, ayer volvía a reunir a Roger Federer y Rafael Nadal. Trece años después, los dos grandes dominadores del tenis de los últimos años se veían las caras nuevamente, como en otras 36 oportunidades. Eso, independientemente del gusto por uno u otro, ya es motivo de festejo para cualquier amante del deporte. Porque ambos, cuando varios ya lo veían de retirada, se han encargado de decirle al mundo que están de vuelta. Que como monstruos del deporte blanco, ellos decidirán cuándo irse; cuándo decir adiós.
El duelo de ayer fue una muestra de eso: la clase de ambos sigue intacta. Con golpes profundos cuando hubo que usarlos o incluso lujos si era posible. Talento puro. Magia asegurada. Y así se fueron set a set. Pero, tal como lo dijo el propio suizo tras ganarle la final de Australia a inicios de año al español, uno de los dos debe salir victorioso. Ayer en Miami, en un atiborrado Tennis Center at Crandon Park, ése fue Fedex, quien se quedó con el partido por parciales de 6-3 y 6-4. El suizo estuvo más fino en los momentos claves del partido y no desaprovechó las oportunidades de quiebre que tuvo.
"Felicitaciones a Rafa por este gran retorno. Recuerdo que aquí comenzó todo para los dos. Y felicitaciones a tu equipo por tenerte en forma de nuevo", aseveró Roger en primer término, para luego agregar: "No puedo creer el comienzo de año que estoy teniendo". Es que para Fedex es el tercer título del año en apenas tres meses. Al de ayer le suma el Abierto de Australia y el Masters de Indian Wells, hace dos semanas.
Nadal, en tanto, se va otra vez derrotado de suelo estadounidense. Porque esta fue su quinta final en Miami y aún no ha podido levantar el título. Ayer, tal como en 2005, el verdugo nuevamente fue su clásico oponente. "Espero que no tengan que pasar tantos años para que pueda estar en esa posición de más arriba y no llevarme el trofeo más pequeño", broméo Rafa.
¿Y el historial entre ambos? Sigue siendo ampliamente favorable para el hispano, con 23 triunfos versus 14 de Federer, en 37 partidos disputados. Lo que sí está claro es que 2017 ha sido todo para el helvético en el clásico del tenis contemporáneo, con tres victorias en igual cantidad de partidos, dos de ellos en finales.
Así llega el fin a la primera etapa de la temporada de cemento, previo a los torneos de arcilla y Roland Garros. Nadal, y sobre todo Federer, están de vuelta. Que el mundo se prepare.