La ira y la impotencia de los hinchas vestidos de rojo en el Estadio Monumental de River plasmaban el más que complicado momento por el que pasa el "Rey de Copas". A Independiente de Avellaneda solo un milagro lo puede salvar del descenso a la Primera B Nacional del fútbol argentino, y los simpatizantes lo sabían. Tras el segundo gol "millonario" que cerró su victoria, volaron butacas, cayeron rejas y otros lloraron desconsolados.
Con el resultado, la permanencia de Independiente en la división de honor de los trasandinos depende directamente de terceros, pues necesita que Argentinos Juniors no sume dos de los nueve en disputa, y que San Martín de San Juan no consiga tres más de los seis que le quedan.
La historia de terror del "Rojo" podría encontrar su final esta noche, a las 20:15 horas, cuando Argentinos se enfrente a San Lorenzo, en condición de visitante. Si el cuadro local obtiene el triunfo, Independiente desciende.
De esta manera, se podría sellar un funesto destino para uno de los cinco grandes de Argentina, que precisamente nunca ha jugado en la "B" desde que llegó a la Primera División de su país.